Las probabilidades de lluvia eran más que patentes y aún así, la Hermandad del Amor quiso arriesgarse y no dejar el Domingo de Resurrección sin Nuestro Padre Jesús Resucitado por las calles de la localidad. A última hora, en torno a las diez y  veinte de la mañana, antes de iniciar el recorrido, la junta de gobierno decidía que pese a los partes meteorológicos, la salida procesional se realizaría aunque con un itinerario bastante acortado con respecto al oficial. De hecho, pocos ciudadanos han podido acompañar a esta imagen en su salida ya que apenas ha estado fuera de su templo una hora y media. Para colmo, la amenaza de lluvia se convirtió en realidad y Jesús Resucitado ha procesionado buena parte de su corto recorrido mojándose.

Pasadas las diez y media de la mañana, desde la parroquia de Nuestra Señora del Carmen partía el cortejo que ha acompañado al Resucitado compuesto por representantes de todas las hermandades de penitencia y gloria de la villa, así como por un grupo de niños que agitando campanas en señal de júbilo y alegría, han participado en este último día de la Semana Santa de Rota que también ha estado pasado por agua.

A la salida, en las inmediaciones de la parroquia se agolpaban varios ciudadanos, la mayoría vecinos de la barriada de El Molino que como cada año, han querido acompañar a esta imagen de Jesús que ha recorrido calle Calvario, Poco "Elcano", Calderón de la Barca, Lope de Vega, San Antonio y Calvario para llegar a su templo en torno a las doce del mediodía. A lo largo del corto recorrido, trazado sobre la marcha pero con la intención de que en este Año de la Fe los cofrades roteños pudieran disfrutar de la salida del Resucitado, -imagen que da sentido a la fe católica y que supone el triunfo de la vida sobre la muerte-, la lluvia ha hecho acto de presencia en varias ocasiones y de hecho, la talla ha tenido que ser cubierta con un plástico para protegerla del agua. El cortejo comenzaba a andar mucho más deprisa y los comentarios que empezaban a escucharse entre los ciudadanos no eran del todo favorables a la decisión tomada por la junta de gobierno del Amor que se la ha jugado y al final, ha acabado no siendo la más acertada a juzgar por la estampa que ha dejado.

Cuando casi medio cortejo ya estaba dentro de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen para resguardarse, Jesús Resucitado empezaba a bajar de nuevo la calle Calvario para volver a su capilla, momento en el que la lluvia ha empezado a apretar y ha acelerado aún más su recogida. Rodeado de paraguas y protegido por un plástico, la cuadrilla de cargadores del Cristo, que se han ido turnando en el corto itinerario con la de mujeres cargadoras de la Espanza del Calvario, ha dado el último tirón hasta llevar a Jesús a la puerta de la parroquia del
Carmen. Allí, algunos ciudadanos más de los que había a la salida, han esperado que por fin el paso entrara en capilla temerosos de que la lluvia siguera apretando y esta pudiera causar desperfectos en la talla.

Las gotas de agua remitieron y el párroco del Carmen, D. Carlos Redondo, se asomaba al balcón de la iglesia para dar las gracias a los roteños que estaban apostados en las inmediaciones  por haber acompañado al Resucitado en el último día de la Semana de Pasión y justificar que la salida de la hermandad, pese a la lluvia, respondía al deseo de que Jesús recorriera algunas calles para dar testimonio de la fe católica en un día que para los creyentes supone ser el más importante. Puesto que la lluvia dejaba a medias la salida procesional de la hermandad, las puertas de la parroquia del Carmen han permanecido abiertas hasta las dos de la tarde para que fieles y devotos pudieran ver al Resucitado ya en su templo.

Con la recogida de Nuestro Padre Jesús Resucitado concluía la Semana Mayor de Rota. Una semana que ha estado pasada por agua y que ha dejado en capilla a cuatro de las seis hermandades que procesionan en la villa.

Ahora toca el turno de desmontar pasos, guardar insignias y proseguir con la labor que la mayoría de hermandades mantiene a lo largo del año y que en estos tiempos de crisis se ha intensificado a favor de aquellas familias que peor lo están pasando.