Objetivo Boicot: La Desindustrialización
La continua subida del paro que mes por mes se alarga hacia el infinito nos demuestra lo equivocada que es la política que estamos padeciendo. La cifra de parados, según las estadísticas del INEM, supera los cinco millones, que suponen un millón más si nos basamos en la Encuesta de Población Activa. Hasta aquí, nada nuevo. Que nadie vaya a pensar que por lo reiterado del dato nos vamos a acostumbrar a semejante catástrofe. Quizá, por higiene mental, para evitar perder la cordura, haya quienes traten de insensibilizarse y no quieran protegerse de estos números: Lo entiendo. Pero, aunque la comparación no sea de lo más afortunada, es como cuando se oye que en la 2ªGM murieron 60 millones de personas, una desgracia, pero que ya se pasó y por tanto somos insensibles a ello. La diferencia consiste en que las víctimas de hoy son conocidas en muchos casos, y al menos sus desgracias nos son tan próximas que, si no nos afectan directamente, las sentimos porque también forman parte de nosotros.
Por esta razón, gobierne quien gobierne, aunque no confiemos nada en ellos y aunque sean opuestos ideológicamente a lo que nosotros pensamos, deseamos de todo corazón que sean capaces de llevar esto para adelante, que con esas políticas que nada nos convencen sirvan para empezar a darle solución a tantas tragedias. Reafirmo, que anhelo equivocarme y que deseo que, en un tiempo corto, no me quedase más remedio que salir a la palestra a reconocer lo equivocado que estaba y que por ello estaría dispuesto a disculparme con satisfacción. Sería maravilloso.
Mientras tanto, como hay que seguir viviendo, también habrá que seguir echándole en cara a los responsables todo aquello que hacen a sabiendas que no trae ningún beneficio para el colectivo y sí en cambio para ellos. Ahora no estoy hablando de los políticos, que ya tienen lo suyo; me refiero a esos personajes de alta enjundia que siguen manejando grandes capitales, que siguen ganando dinero, cada vez más, y que su única preocupación es su propio beneficio. En los últimos días se comentaba la noticia de que un empresario español, Amancio Ortega, es el tercer hombre más rico del mundo, que sus empresas rinden unos beneficios que son la envidia de sus competidores. Pues bien, este señor elabora la mayor parte de sus productos en el extranjero. Como él, cada vez son más los que siguen la odiosa moda de la deslocalización de empresas; en especial, sectores productivos como el industrial: El que más puestos de trabajo genera, tanto directa como indirectamente. En este país nuestro, el sector secundario es el que más empleos pierde, lo que nos muestra un panorama siniestro.
Eso es lo que hay. Como parece que no se puede hacer nada bueno, propongo que hagamos algo malo. Hablar de boicot siempre me ha parecido tendencioso, demagógico y con una carga de provincianismo miserable, propia de mentes estrechas y mezquinas. Recuerdo que se propuso, y para ello internet es el vehículo ideal, boicotear los productos catalanes por sus tendencias separatistas, sin querer darse cuenta de que a quienes más se perjudicara sería a los comerciantes y emprendedores que suelen ser los más alejados de esas propuestas, o lo mismo que se procuró son los productos franceses por el tema de los guiñoles, que personalmente me pareció una solemne estupidez, ¿qué hubiera sido de la lucha contra ETA sin la colaboración de Francia? Ideas rancias de poco calado y con unas miras de lo más limitadas.
Pues bien, puede que no tenga aceptación, pero creo que si lo tomáramos en serio preocuparía a los interfectos y quizá les hiciera reconsiderar su actitud. Si nos planteásemos dejar de comprar, en lo posible, los productos de las empresas que deslocalizan sus instalaciones para reubicarse en el extranjero, y comprásemos a aquellos que producen aquí y generan puestos de trabajo, otro gallo nos cantaría. También se podría ampliar a quienes defraudan, a quienes se destacan en su política antisocial, a quienes provocan las desgracias que tanto daño hacen a esta sociedad, a quienes se aprovechan de las leyes para extender las penurias y recortar los derechos. Los objetivos son muchos, pero que sepan que nosotros somos la gran mayoría y que estamos hartos.¡Que se lo piensen!
Manuel García Mata

































OTRA ALTERNATIVA | Jueves, 14 de Marzo de 2013 a las 15:56:40 horas
Tenemos cava en Granada y en Almonte, que yo sepa. También en Extremadura y tan buenos como los catalanes. Quizás un poco de promoción y darlo a conocer sería hasta bueno, sobretodo para ellos.
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