LA PATRIA DEL DINERO



  
 
Esta semana, la cosa va de dinero. De dinero y de caraduras.

Gérard Depardieu es un actor francés. Bueno, era un actor francés. Ahora ha cambiado su nacionalidad. Se ha hecho belga o ruso, no sé. El hecho es que ya no es francés, aunque haya nacido en Francia. El actor es un ejemplo de que el dinero no tiene patria. Porque Gérard Depardieu ha dejado, ha cambiado su nacionalidad para pagar menos impuestos.
 
Es una acción criticable, naturalmente. Pero, al menos, se puede decir en su descargo, que no ha engañado a nadie. Lo ha llevado a cabo “a pecho descubierto”. Ha expresado que su dinero es más importante que los problemas sociales y económicos de sus compatriotas. Ahora el ingreso de sus impuestos y declaraciones irán destinados a engrosar el activo del presupuesto de otro país “más barato”.

Hace unos meses, el Gobierno de nuestro país “ofreció una oportunidad” a los patrióticos defraudadores para que “pintaran de blanco su negro dinero”. Se empezó a hablar de una especie de amnistía fiscal. Se les perdonaba parte de lo que tenían que haber ingresado, y nunca hicieron, con el fin de recaudar aquella parte de los impuestos que habían evadidos estos gloriosos patriotas. La medida no resultó como se preveía.
 
La actitud de estos sujetos no mejora para nada a la del actor francés.

Iñaki Urdangarín también está imputado en un caso de “apropiación indebida”. Ni siquiera los titulados nobiliarios y aristocráticos de este país dan ejemplo de patriotismo. Estas acciones son censurables siempre, pero en estos momentos son más vituperables que nunca. En una situación de extrema gravedad social para cada vez más de nuestros convecinos estos actos de codicia extrema no tienen nombre.

Decía el Jefe del Estado en la entrevista que le hicieron estas pasadas fiestas algo así como que para salir de esta crisis tenemos que estar unidos. Juntos podemos, vino a decir el Rey.
Pero claro, resulta que aquí a los únicos que se les exige sacrificios para salir de la situación de crisis en que nos han metido es al ciudadanito de a pie. Si se elevan los impuestos de un modo exponencial a los que más tienen se corre el riesgo de que una gran mayoría de ricachones de este país se hagan belgas o rusos de un día para otro.

Por otra parte, la CEOE, los empresarios para entendernos, ha expresado que la Reforma Laboral, como ha quedado, no les gusta. Al parecer, sigue resultando demasiado caro los despidos en este país nuestro. A lo que se ve, se nota y se percibe, ya bastaría con decir a los de la CEOE es que el despido sea libre. Exigen, pues los empresarios, un ejercicio más sacrificado de patriotismo a todos los españolitos. Trabajar más y percibir menos sería un buen síntoma de patriotismo colectivo. Más o menos.

Y ya que hemos mencionado a la gran patronal, qué me dicen de su expresidente, Díaz Ferrán, que dejó en el paro a todos sus empleados refugiándose en la situación en que sus empresas y su patrimonio habían quedado por mor de la crisis económica. Otro gran patriota. Tras descubrírsele algo más que un apartamento para dos, el otrora representante de los empresarios ha tenido que comparecer ante la Justicia, sin permiso por Navidad, me parece. 

Pero claro, en estos casos se les ha pillado. Pero, ¿cuánto chorizo patriótico no habrá escapado de las manos de la Justicia y tendrá su hacienda resguardada? ¡Qué salgan de la crisis con el dinero de los otros!, expresarán los bellacos.

La expresión “Hacienda somos todos”, viene a tener el mismo sentido para los ciudadanos corrientes como las frases que explican que “el dinero no hace la felicidad” o que “el trabajo es salud”.

Las corruptelas y mangoneos deberían ser castigados con mayor rigor.
No se puede permitir que se recorten presupuestos en sanidad, educación, dependencia…y los chorizos campen a sus anchas

No es razonable que la ciudadanía tenga que pagar el traslado en ambulancia (por ejemplo) y convivan con gentuza que se están enriqueciendo a escondidas.

Si bien se mira, esto del patriotismo del dinero no es nuevo. Ya lo decía Quevedo, “poderoso caballero, don dinero”. Por otra parte,  ¿cuánta riqueza habrá amasada tras nuestra Guerra Civil por parte de los vencedores? No se puede negar que algunos ganaron algo más que la guerra.

Pero no mezclemos los asuntos. Dejemos la Memoria Histórica, aunque en ella también nos encontremos con asuntos monetarios y patrióticos.

Al lugar donde uno ha nacido se le denomina la patria chica. No por ello el patriotismo tiene que ser menor. Aunque en temas de dinero, la idea general de todo este entramado de artículo también se puede aplicar. Así, nos encontramos con compatriotas que lo mismo les dan Villarrubia de arriba que Villamorena de abajo, con tal de que sus dineros estén a salvo de
las garras patrióticas de Hacienda, o que su desmedida codicia llegue a traicionar a sus convecinos a pesar de las necesidades perentorias de éstos.

Tras la crisis, algunos tendrán más de lo que ya poseen. Si el aumento de sus bienes está obtenido en buena lid, nada se le puede reprochar. La palabra crisis en la cultura china viene a significar, además de dificultad, oportunidad. Los hay que le sacan partido a la crisis, y en ese sentido, es una oportunidad para ellos. Pero también habrá personajes que hayan mangoneado sin ser descubiertos, sin importarles la situación de sus convecinos. 

Pero para la gran mayoría, tras la crisis sólo se descubrirá un recorte de derechos conseguidos y que se perdieron, en un ejercicio de patriotismo, para salir de la situación.
Salud.