TENDENCIA FINAL



   
Ya no podía esperar más. Y es que faltan apenas unos días para dos de las noches más elegantes del año. Llevo semanas mirando escaparates y revistas y la verdad es que no me he sorprendido en absoluto. Este año las tendencias navideñas no vienen dando sorpresas y se han asegurado la venta  evitando riesgos tal y como se encuentra el sector comercio estos últimos meses.

Sabíamos que volverían, pero esta vez más fuerte que nunca. El negro y el dorado han vuelto una vez más cargados de nuevas formas y texturas y lo que es mejor, aprovechando las diferentes prendas y combinándolo con otras tendencias.  Hace un par de meses que las tiendas nos iban dando pinceladas de lo que estaba por venir, e incluso las revistas y en algunos desfiles ya se proclamaba la tendencia 2012/2013, y así fue.

Como ya he contado en artículos anteriores, el estampado barroco ha formado parte de las tendencias de este año 2012, y como no podía ser de otro modo, el negro y el dorado han sabido complementarse a la perfección con este estilo. Aparte de los looks casual que hemos visto con este estampado, ahora hemos podido ver vestidos de fiesta en los que se combinan ambas tendencias para crear verdadero estilo, pantalones que dan un toque especialmente “chic” con este estampado o faldas abombadas que nos trasladan a una de las épocas más elegantes.

Además de esto, tenemos otra combinación que sabíamos con antelación que no fallaría esta Nochevieja. Se trata de la combinación de paillettes o lentejuelas con el negro y el dorado. Aparte del ya mítico y nunca fallido vestido negro de lentejuela, ahora viene combinado con el dorado. Pero como vengo diciendo, no sólo lo veremos en vestidos. Leggings completamente cubiertos de paillettes dorados  o minis para combinar con una mítica blazer negra.

Dejando a un lado el negro y el dorado, sin olvidar que el negro ha sido sin duda el color del año, tenemos otra tendencia que no se aleja mucho de la anterior. Y es que hay quien dice que para evitar caer en lo simple, prefiere confiar en algo más “lujoso” y elegante. Los vestidos de fiesta con strass u otro tipo de abalorios vienen pisando los talones a las lentejuelas de toda la vida. Si os dáis una vuelta por los centros comerciales, hay una tienda que nos tiene acostumbrados a la ropa muy casual pero que nos ha sorprendido trayendo una colección para fin de año de lo más elegante y chic. Pantalones, camisetas, chaquetas y vestidos repletos de strass que han hecho que la colección haya llamado poderosamente mi atención esta semana.

Desviándonos un poco de los colores y las texturas, vamos a centrarnos ahora en las formas. Hay un par de tendencias que venimos arrastrando desde antes de verano y que se han colado, cambiando obviamente texturas y colores para adaptarse al “modo fiesta”, en nuestras noches de despedida de este 2012.

La primera de ellas se trata del péplum. El estilo péplum para quien aún no lo sepa, se trata, con palabras simples, de agregarle un volante a las caderas de un mini vestido. Este verano tuvimos este estilo de vestidos hasta en la sopa, de todos los colores ácidos posibles. Pero sin embargo han sabido adaptarse a la época y han absorbido las tendencias de las que os he hablado arriba combinándose así con lentejuelas, strass, negro y dorado, etc., para poder hacerse un hueco en las fiestas del último día del año. Además de esto, ha sabido muy bien seguir la moda y podemos encontrarlos también en cuero, otra de las grandes tendencias de este año.

La otra tendencia que se ha exprimido al máximo este año y se ha acabado colando en las navidades han sido los vestidos y faldas con formas asimétricas. Al igual que ocurrió con el péplum, las asimetrías nos acompañaron todo el verano con corales y turquesas. Pero si os creíais que os habíais librado de esta tendencia, que a mi parecer no es nada favorecedora, olvidáos de eso.  

No se ha adaptado de una forma tan increíble como el péplum, ya que es más difícil combinar según que texturas con la pedrería o la lentejuela, pero en lo que a colores se refiere, se ha colado de lleno, sobretodo con el negro. Así que si quieres un consejo, pasa de largo y no creas que es ninguna novedad cuando lo veas en los escaparates.

Por último tenemos las dos tendencias que menos me convencen este año. Digamos que ya han sido tendencia otras veces pero siempre como un segundo plato, y ahora vuelven para desempeñar  el mismo papel.

En primer lugar tenemos las plumas. Ya he dicho anteriormente que han intentado colarnos con cuchara esta tendencia otra vez, pero a mi parecer hace muy poco tiempo que ha salido de las tiendas. Pienso que hay tendencias que deberían reposar más tiempo para volver a salir, ya que corren el riesgo de parecer desfasadas. No es que no admire que ahora hayan sabido combinar bien el cuero y la pluma, pero aun así no me convence.

La otra tendencia que me niego en rotundo a que vuelva, y si hace falta haré guardia en los almacenes de las tiendas para evitar su distribución, es el terciopelo. No tengo palabras para describir el horror que me provoca ver las blazer que han sacado de esta tela o los vestidos de manga tres cuartos que pretenden que las mujeres de este siglo se pongan para fin de año. Si te pedí que pasaras de largo al ver los vestidos asimétricos, te pido encarecidamente que cuando veas un vestido de terciopelo, una falda o cualquier indicio de esta tela, hagas que desaparezca sin decirme cómo.

Creo sinceramente que este es uno de los años que tenéis más fácil la tarea de elegir vestido de fin de año, así que guardar todas vuestras fuerzas para....bailar, por ejemplo.



Chisko