Balsa Cirrito
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PASADLE EL VÍDEO A RAJOY
Más de una vez he citado cierto diálogo de la película Operación Reno. En un momento de la peli (que, por cierto, tampoco es gran cosa), un personaje le dice a su amigo algo que se parece a lo siguiente:
“- ¿Sabes que el sesenta por ciento de las ventas de América se realizan en Navidades?
- No – responde el otro con indiferencia.
- Un país que no inventa otra celebración igual, digamos durante el verano, no muestra demasiada inteligencia. Podríamos casi duplicar nuestra economía.
- Guau.”
Supongo que Rajoy no ha visto esta película.
La decisión de eliminar la paga extra de los funcionarios va a lograr que, desde luego, en España las Navidades no supongan “el sesenta por ciento de las ventas”. Soy funcionario y estoy fastidiado, faltaría más, pero, créanme, la medida se anunció hace varios meses y ya casi no duele. La cuestión es que durante el periodo de superior énfasis consumista, cuando el sector comercial realiza el mayor número de contrataciones laborales, va Rajoy, el tío, y quita un montón de dinero de la calle. Si ésta es su forma de arreglar las cosas, tenemos motivos para alegrarnos de que no haya elegido la carrera de cirujano.
Toda esta obsesión de los recortes y del equilibrio presupuestario lleva directamente a la ruina. No soy economista (ya saben, economista: individuo que no tiene ni puñetera idea de economía), pero los ejemplos históricos de a qué conduce un excesivo temor al déficit son numerosos. El más conocido es, sin duda, el de la Alemania de los años 30, y el resultado fue que Hitler alcanzó el poder. Como dice Sebastian Haffner: “Hitler tenía bastante instinto para captar lo que su antecesor Brüning no había sido capaz de ver, que la expansión económica era más importante que la estabilidad presupuestaria”. Tomemos nota, porque la situación se parece como un huevo a otro huevo: a base de recortar no llegaremos a ningún lado (al menos, a ningún lado en el que queramos estar).
Y el otro asunto. Observo como mucha gente experimenta una malsana satisfacción cada vez que los funcionarios reciben algún varapalo. En fin, cada cual sabe por dónde evacúa la bilis, pero hay algo muy evidente de lo que tantos parecen no haberse dado cuenta. Y es que cuando les bajan el sueldo a los funcionarios, lo sufren más quienes no lo son. Sólo hay que mirar datos y comprobar que a cada una de las sucesivas bajadas de emolumentos funcionariales ha sobrevenido un importante ascenso del paro. Un cálculo muy sencillo.
En todo caso, y aunque tenga menos dinero, pienso hacerle un regalo a Rajoy por Navidades. Le mandaré el vídeo de Operación Reno (en VHS, claro está). Queramos o no, al presidente tenemos que agradecerle su – llamémosla así- educación negativa. Es decir, nos enseña lo que no hay que hacer. (Ante cualquier problema miremos la solución que le da Rajoy… Y hagamos lo contrario). La dirección del presi es Palacio de la Moncloa, ¿no? Lo que no sé es el número… Aunque también cabe la posibilidad de que los ujieres de allí no le entreguen el regalo. Si no me equivoco, los que trabajan en la Moncloa también son funcionarios.












rajoy | Martes, 04 de Diciembre de 2012 a las 23:51:18 horas
¿una cinta vhssh? ¿por quien me tomash chaval?
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