Los árboles enfermos de este pueblo
Ni el mayor de sus enemigos desearía que le cayera la rama de un árbol en la cabeza, pero puede que le suceda mañana mismo, y no lo digo porque me guste ser pájaro de mal agüero, pero yo que usted andaría con cuidado, ya que se están cayendo ramas y árboles, algunos son centenarios, y nadie ha hecho nada durante años por remediarlo hasta que el problema ya cae por su propio peso, o por su propia enfermedad…
Como siempre, tarde y mal se están haciendo las cosas, ya se está intentando salvar algunos árboles, en realidad, se están apañando como se pueden, ya que la situación económica no nos llega ni para ocuparnos de cosas verdes que echan hojas y llenan de pringue algunos coches. Imagine que aquel militar americano al que una rama de los eucaliptos de la Avenida San Fernando dejó parapléjico (según me cuentan) le cayera a usted, estimado lector, estimado roteño, o a su hijo, o a su padre… ¿no hubiéramos pedido ya la dimisión del Concejal/a encargado/a de esa materia en nuestro pueblo? ¿No debería haber habido una pequeña revuelta por toda esta historia?¿No es verdad que en países con más altura democrática que la nuestra, el concejal de turno estaría incluso temiendo enfrentarse a la Justicia por incompetente?.
Los árboles están podridos, no se cuidan, se abandonan, no se podan cuando deben podarse, se cortan para que pase la procesión un día al año. Las palmeras centenarias, abandonadas a su suerte, ahí siguen sin que nadie pueda pagar su funeral, se plantan algunos árboles nuevos en el nuevo parque Laguna del Moral pero no se les echa cuenta…Van muriendo, en una lenta agonía, que bien pudiera ser lo que le está pasando a este Ayuntamiento. Un Ayuntamiento, que nunca reconocerá si algo se está haciendo de manera errónea, y no hay nada más detestable en la condición humana que el hecho de que alguien no pida perdón o no reconozca los fallos. Y en lo de los árboles la cosa clama al cielo. Por supuesto, en el tema del arbolado local, este Ayuntamiento también lo ha hecho correctamente según parece ser, y los ciudadanos, atónitos, les dejamos seguir, y ellos , en silencio, con la cabeza bien alta y ¡Viva mi pueblo!.
Los políticos de Rota se parecen a esos árboles moribundos, tambaleándose con las bofetadas que les está dando la Justicia, o las cifras del paro, o la inoperancia, o la suciedad del pueblo, o la poca imaginación, y nunca reconociendo su pésima manera de hacer las cosas. Los árboles son fuertes, pero la procesionaria o el picudo rojo pueden serlo más.
Se quedará en el futuro el tronco permanente de Lorenzo y Eva en alguna rotonda , pero ya sin ramas ni hojas de otros tiempos, en los que la abundancia económica era su bandera y sus flores estaban perfumadas por constructores y promotores que mandaban en el potente ecosistema al que Lorenzo nos tuvo acostumbrados. Las vacas flacas han llegado, y los políticos se afanan en esquivar la epidemia, sin haber reconocido nunca ningún fallo, cayéndose las ramas de los árboles que un día plantaron, y con un abono populista intentan salvar la cosecha que va abocada al fracaso.
“Que la Virgen os guíe”, les lanza el pregonero de unas Fiestas Patronales a dos imputados por la Justicia, y el pueblo asiente y no se levanta indignado y se va, porque ese mismo pueblo es capaz de seguir al mesías Lorenzo hasta la puerta del juzgado para gritarle en plan marbellí “¡mucho ánimo, chiquillo!”.
Cosas de las fumigaciones que echaron hace ya algunos años. Antes de esos aires, pasaban cosas como que al señor Liaño se le salieran las venas alarmado de que el señor Felipe Márquez trabajara en Diputación y en el Ayuntamiento a la vez, y hoy, fruto de esa fumigación gloriosa no pasa absolutamente nada de que sea el propio señor Liaño el que haga lo mismo, con la diferencia de que a Felipe se le veía más por su pueblo y creo que se lleva mejor que Liaño con los miembros de su partido. (si alguna vez le gritaran “no nos representa”, siéntase aludido, por favor)
Muchas veces se nos “acusa” a la gente que estamos en Izquierda Unida que somos todos funcionarios , profesores o acomodados de la sociedad, y después de tanto tiempo viviendo en Rota, he llegado a la conclusión de que somos personas que tenemos nuestro puesto de trabajo asegurado (algunos), y nos podemos permitir el lujo de estar en política, y criticar este sistema de mercadeo, y nos señalamos, aunque no es agradable , y decimos las cosas por su nombre, y cuestionamos, si es preciso, la base naval, y cuestionamos, inevitablemente, al actual equipo de gobierno.
Conozco/conocemos todos, gente que no se atreve a militar en IU porque sabe que de cara al mañana no podrá conseguir un buen trabajo en Rota, ya que este Ayuntamiento le hará la vida imposible o simplemente lo ignorará por no ser de su pequeño cortijo de contrataciones. Tengo conocidos que han recibido por parte del concejal de turno frases como: “pues algún dia te tendrás que ir fuera de Rota” (y no precisamente por la ausencia de trabajo sino por la militancia de dicha persona).
Señores del equipo de gobierno: Ya nadie se cree que habéis contratado justamente. Que nadie se olvide que el señor Corrales, antes de que lo echara el Mesías Lorenzo, hizo y deshizo a su antojo el contrato de 600 personas al año en Rota. Era dueño y señor del pan de muchas familias… ¿Qué hizo al entrar en campaña y haber dado un golpe de estado en el PA?.¡Exigir trasparencia en las contrataciones!. Pero aquí no pasa ni pasó nada, ya que incluso es capaz de sentirse orgulloso de su oscura labor y de su bendición a aquel que pudo dar trabajo, y por supuesto, nunca reconocerá ningún error ni pedirá jamás ningún perdón. Al Señor Corrales lo consideraré un miembro más de Roteños Unidos.
Ya nadie se cree que los constructores no mandaban en este pueblo. Ya nadie se cree que las obras del Hospital no eran una patochada de la Señora Corrales. Ya nadie se cree que dentro del Ayuntamiento no habéis inflado las horas extras de vuestros amigotes. Ya nadie se cree que no tenéis un medio de comunicación comprado con dinero público. Ya nadie se cree que no hay gato encerrado en lo de la compra del Museo Ruiz Mateos.
Han utilizado el populismo en la época en la que se podía tirar de talón e ir con la cabeza muy alta, pero ya pasó aquella época y nadie puede evitar reirse ante la desfachatez con la que son capaces de aferrarse a un clavo ardiendo. Una posibilidad esta, la de seguir gobernando, que da hasta pena. Reconozcan sus errores, echen abono o fumiguen el arbolado, pero empiecen por su lugar de trabajo.
Manuel Martín-Arroyo Camacho

































Abel Martín | Jueves, 15 de Noviembre de 2012 a las 17:11:27 horas
Buen artículo, Manuel
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