Últimamente sólo puedo leer crisis, banderas y sus polémicas, y culturas elitistas, todo en función de las grandes pérdidas de los derechos, de las libertades y la economía.

Yo me pregunto, ¿desde cuándo esta sucediendo esto? ¿Cómo hemos llegado a un desarrollo de la evolución científica tan grandiosa y una evolución humana tan pobre en moral y derechos humanos? La gente corriente como yo no entendemos tanto tecnicismo y queja por parte de los supuestos entendidos y ninguna solución.

Todos escribís y habláis, pero no os podemos entender.

A mí me gustaría que con palabras corriente me explicaran que  la pérdida de educación implica pérdida de derecho, empobrecimiento del ser humano y que da como resultado el poder del más fuerte y el dominio sobre los más débiles y como consecuencia una falta de derechos básicos que da lugar a una falta de bienestar social.

Que con sencillas palabras, poder entender que  la falta de recursos sociales y de educación nos lleva a un país pobre en formación, con un acceso sólo para los más privilegiados y violencia de género,  donde hay que admitir  que la mujer será la más perjudicada ya que, aún en estos tiempos, no es sujeto de pleno derecho.

Entender que la pérdida de recursos en sanidad, servicios sociales y educación, nos lleva una violencia familiar y social, no pudiendo ser combatida desde la igualdad. Esto implica, no acceso a los nuevos recursos, tanto psicológicos, pedagógico… para resolver problemas tan importante como son las drogas, el absentismo escolar o la violencia de género en su más estado puro, que tiene como consecuencia un empobrecimiento de la familia física y moralmente.

Situaciones como en la que los padres pasan a depender de los hijos, a cambio de la paga  no contributiva de los padres. A unos hijos que vuelven de nuevo al hogar de los padres, con unos hijos a su cargo, cargados de conflictos que generará la convivencia de dos o tres generaciones juntas, donde el respeto es muy difícil de mantener.

Me gustaría desde mi pobre reflexión pedirles  a aquellos que escriben y pueden ser referentes para muchas personas, que aún tienen fe en la humanidad, que por un momento, se olviden del muro de Berlín,  de las banderas y sus colores y de las ideologías nuevas y viejas, y hablen de forma que podamos entender dónde nos está llevando esta situación y su consecuencias, posibles soluciones para esta pérdida de bienestar tan apabullante que nos está invadiendo haciéndonos vulnerables al nuevo estado social que está apareciendo, en los que perdemos los derechos universales del hombre, que tanto trabajo nos ha costado conseguir.

No me importan las banderas, me importa la educación, la sanidad, los derechos de la mujer, la libertad de expresión y sobre todo, la igualdad en derechos y deberes.
 
No me importan las ideologías, quiero trabajo digno para nuestros jóvenes, que son la riqueza de nuestro país, y una calidad de vida para nuestros mayores, que ya han trabajado bastante para volver a la miseria en la que vivieron en su pasado. Quiero vivir en paz, no con mucho, sino con dignidad y libertad.

Necesitamos referentes sencillos que no hagan demagogia de lo que fue, es o podrá ser. Sólo queremos la esperanza de aquellos que dicen preocuparse por el ser humano, queremos ver la palabra libertad escrita cuando todos podamos entenderla.



Rosa María Castellano Márquez