La huelga de los trabajadores del aeropuerto de la Base Naval de Rota continúa en el día de hoy cumpliéndose el cuarto día sin que todavía haya habido acercamiento por parte del comité de empresa y CAV Europa S.L.U, que opera en el aeropuerto del recinto militar, para reanudar las negociaciones del convenio colectivo que se rompieron definitivamente a principios de agosto.

La novedad en el día de hoy, tras la concentración de la plantilla a las puertas del control de acceso de la Base Naval de 8 a 9 de la mañana, es la intención de trasladar a la Junta de Andalucía y a la Inspección de Transporte una demanda para denunciar la sustitución de sus funciones mientras están en huelga, por parte de "militares americanos" eliminando no sólo el efecto de la movilización sino además, según el comité, entrañando "riesgos para la integridad física" de los propios trabajadores y de todo aquel que se encuentre en el aeropuerto.

José Peña, secretario del comité de empresa de la terminal aérea, ha alertado del posible peligro que conlleva que personal "que no tiene el permiso adecuado, conduzca autobuses con discos tacográficos", vehículos cuyos chóferes, que según ha explicado, deben portar "una tarjeta de conducción personalizada".

Desde el comité de empresa, tal y como ya anunciaron el pasado viernes 24 de agosto, primer día de huelga, han denunciado que se estén saltando "todas las normas" en la Base Naval. De hecho, José Peña se ha referido a algunos "destrozos" en las luces de la pista de rodaje durante el fin de semana como consecuencia de "la mala conducción de vehículos".

El miércoles 29 de agosto se llevará a cabo la manifestación prevista para las diez de la mañana desde la plaza del Triunfo al Palacio Municipal Castillo de Luna donde se leerá un manifiesto dando a conocer la situación laboral a la que se enfrentan, cuyos trabajadores siguen denunciando como un "abuso" de la empresa para "aprovecharse" de la reciente reforma laboral.

Realizar un total de 40 horas extra al año, "la mitad de las que marca la ley", la flexibilización de la jornada laboral al punto de que el trabajador no sabrá cuándo entra a trabajar o cuándo salen y la imposibilidad de conciliar vida familiar, son algunas de las reivindicaciones del colectivo. La plantilla insiste en que su movilización no responde a un interés por conseguir un aumento salarial, como dice la empresa, sino "que nuestros derechos por la reforma laboral no se vean afectados, que se negocie.  La empresa no presenta ningún tipo de pérdidas económicas, por lo que no tiene motivos para adoptar medidas contra los derechos de los empleados".