SOLSTICIO DE VERANO


  
   
Hace unos días me tropecé, por casualidad, con el portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Rota y me puso al día sobre los asuntos del último pleno. La verdad es que me alegré de ello porque, la verdad, es que ese Pleno me lo perdí por asuntos particulares que no vienen al caso. En fin.

Al parecer, a él le tocó defender la moción que su grupo presentó sobre la paralización de las antenas de telefonía móvil que se van a instalar en nuestra población a petición de los vecinos colindantes a la zona, que además habían entregado al Ayuntamiento más de cuatrocientas firmas pidiendo su reconsideración sobre el asunto. Partiendo de la premisa que a los vecinos siempre hay que escucharlos y tener en cuenta, además, sus propuestas, pues Izquierda Unida, me comentó, presentó dicha moción para debatirse en el Pleno.

Esta vez no se pidió en el Pleno la declaración de la renta de la pareja de ningún concejal. Pero, como el debate de ciertos políticos adolece de argumentos  y están impregnados de bastante miseria dialéctica en ocasiones, esta vez se pretendió facultar al portavoz de Izquierda Unida para que fuese él quien eligiese el lugar idóneo para la instalación de esas antenas de telefonía móvil.

Le recordaba, me decía, aquellas otras “salidas” del mismo formato y tono en el que, en la legislatura pasada, en una ocasión quisieron facultar al portavoz de Izquierda Unida a que se hiciese cargo del servicio de limpieza de la localidad, y en otra, facultar también (al parecer, esta gente se consideran facultadas para otorgar facultades) a la portavoz del PSOE a que dirigiese los destinos del auditorio municipal. Es como si el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, facultase al líder de la oposición a negociar con Europa las condiciones del rescate a la Banca para acallar sus críticas y declaraciones. Algo así como, “si no estas conforme como se está haciendo, pues hazlo tú, te faculto para ello”.
Pero bueno, tampoco se puede pedir peras al olmo.

A Luís XIV de Francia, conocido por el Rey Sol, se le atribuye la conocida frase “el Estado soy yo”.  Al parecer la sentencia no fue suya, pero, ya digo, siempre se ha considerado como suya. Eran los tiempos de las monarquías autoritarias. Si este monarca hubiese sido español en lugar de francés, posiblemente hoy sería conocido como el Rey Lorenzo, que es la denominación popular para designar al astro rey (nunca mejor empleados estos nominativos). ¿Por qué me salto de un asunto, como es el Pleno, a otro tan diferente como es una anotación histórica? Será por el nombre del Portavoz de Roteños Unidos. O puede que se deba a que se le puede atribuir, parafraseando al tal Luís XIV, “el Ayuntamiento soy yo”.

Si damos un salto de, aproximadamente, cien años, nos situamos en el siglo XVIII, época en que impera en Europa la corriente político-social conocida por el Despotismo Ilustrado. Esta idea viene a resumirse en una frase que a todos nos sonará de nuestros años de estudiantes. “Todo para el Pueblo, pero sin el Pueblo”. ¿Por qué sigo rememorando la Historia? Tal vez la propia moción que se debatía en el Pleno sobre las antenas de telefonía móvil me ha hecho llegar a esa conclusión, esto es, nada de consultas populares a la hora de tomar decisiones, aunque éstas afectan directamente las inquietudes más sensibles de los vecinos. “Se colocan las antenas en esos lugares porque sí, porque así se ha decidido. No hace falta consultar con los ciudadanos”. De Ilustrado tiene poco. Despotismo sí que es.

Y ya metidos en reminiscencias histórica, no puedo olvidar (hablando de Historia y de Política) la figura de Gaspar de Guzmán y Pimentel Ribera y Velasco de Tovar. Y, ¿este quién es?, se preguntarán ustedes. En realidad, pasó a nuestros libros de Historia por el conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV. La figura de este noble español bien pudiera extrapolarse a nuestro ayuntamiento. Aunque el rey de España era Felipe IV, el que hacía y deshacía era su valido, el conde-duque de Olivares. Este era el motor que hacía funcionar toda la maquinaria política de la época que le tocó vivir. Su final fue, eso sí, un tanto autoritario.

No sé si tanta remembranza histórica se debe a que me ha afectado la ola de calor que acompaña nuestros días desde que empezó el verano. Podría haber comentado sobre la Noche de San Juan, sus orígenes, su significado…La adoración ancestral al fuego, al calor, al día, a la luz…
Creo sinceramente que me sigue afectado la calor.

Otra de Historia. Esta vez de antes de Cristo. Los historiadores expertos en la Edad Antigua le atribuyen a Julio Cesar la sentencia: Veni, vidi, vici. Que traducido resulta: vine, vi, vencí.
¿Por qué me habré acordado ahora de Julio Cesar?
Es el calor. Estoy seguro. A ver si refresca ya un poquito el tiempo y comentamos sobre asuntos más serios. Al menos, más de nuestro tiempo. Aunque la Historia está para aprender de ella. Eso sí.
Salud.



                                                                                                     ANTONIO FRANCO GARCÍA