La escuela municipal de kárate de la localidad, dirigida por la Asociación Okinawa, organizaba el pasado fin de semana un campeonato interno de katas y kumité entre sus alumnos. Una competición que concluyó con la exhibición de los alumnos más avanzados así como de los profesores, que pusieron el colofón a una convivencia con todos los asistentes.
    
El objetivo de esta cita no era otro que buscar en este tipo de encuentros un momento ideal para fomentar y estimular el trabajo personal de cada alumno al que se premia por el resultado del equipo.  Desde la Asociación Okinawa, entienden que profesores y alumnos son una gran familia donde el conjunto está por encima de las individualidades, por ello, el más preparado o con más cualidades, no debe destacar por encima de los demás, sino que debe compartir esas cualidades con sus compañeros para que todos avancen juntos. Con esta declaración de intenciones que ayuda a formar a los más pequeños en valores a través del deporte, se celebró este campeonato que comenzó  a las once de la mañana, con un trabajo conjunto de todos los participantes. Tras él, los alumnos se dividieron en tres equipos que realizaron las mismas series de katas, para luego formar parejas que hicieron kumité (combate), y de entre estos, los más destacados realizaron el combate final que les daba la nota para la competición. Para finalizar los profesores y los alumnos más avanzados realizaron una pequeña exhibición.
    
Desde la dirección de esta escuela municipal de kárate por la que pasan muchos niños de la localidad, se quiere destacar la buena sensación con la que salieron todos los participantes al haberse sentido integrados en un equipo y no haber fallado. Y es que una de las principales preocupaciones de los profesores de esta escuela, miembros de la Asociación Okinawa, es mostrar a determinadas edades que lo importante es participar y no ganar. Es más, apuntan desde la entidad, "basta de hacer sentir mal a niños de seis o siete años. Lo que se pretende es todo lo contrario, el que se sientan importante por haber participado y haber formado parte del equipo".

Por ello, y aprovechando l apublicación de esta competición, la Asociación Okinawa quiere lanzar un toque de atención a todos aquellos que tienen en sus manos a jóvenes promesas del deporte, donde a la mínima de cambio cuando no cumplen lo esperado ya sea por sus padres o algún entusiasmado entrenador, son descartados y los dejan a un lado sin preocuparse demasiado por sus sentimientos. "Todos somos válidos, solo tenemos que encontrar nuestro propio camino".

Por último, desde la escuela de kárate agradecen a la dirección del colegio Público Luis Ponce de León su colaboración durante todo el año para poder impartir las clases de kárate en su salón multiusos,  y en especial para la realización de este evento, así como a la delegación de Deportes en su conjunto con Paco Corbeto al frente, así como a todos los que de una u otra forma han colaborado como el Hotel Playa Ballena, el Apartahotel "La Espadaña" o la Panificadora San Antonio.