Nuestro pueblo debe estar a la cabeza, si no en los primeros puestos, dentro de las poblaciones medias de este país nuestro, donde más premios y reconocimientos haya a nivel institucional. A la ya tradicional Urta de Oro se les ha ido incorporando en los últimos años los premios otorgados a través de la Fundación de Medio Ambiente y la Fundación de la Juventud, Cultura y el Deporte. Ello no me parece un factor negativo (siempre es gratificante el reconocimiento público), pero la periodicidad es lo que puede resultar contraproducente, sobre todo porque puede llegar el momento en que todos os roteños/as que destaquen y sean merecedores/as de un galardón de este tipo hayan sido laureados/as y provocarse un vacío en este campo de los meritos y reconocimientos.

Queda fuera de mi opinión anterior el Certamen Literario que lleva el nombre de nuestro ilustre paisano Ángel García López por tratarse de un evento sin par, de un verdadero lujo, que se extiende por toda la orbe de habla hispana ( no sólo participan escritores españoles) y que, pese a la crisis, deberíamos mantener “in perpetuum”. En el mundo de la literatura (y dentro de ésta, en el campo de la poesía), los ciudadanos de este pueblo somos unos privilegiados al contar con este Certamen.

También queda fuera de los garladotes mencionados los que organizan desde las diferentes peñas, entidades y asociaciones para exaltar los valores y el compromiso de algunos vecinos y vecinas. No porque no tengan la importancia que se merecen dichos eventos, todo lo contrario, siempre es de agradecer que un grupo de conciudadanos resalten y hagan notar la labor de vecinos destacados en los distintos ámbitos de la actividad humana.

Además, Rota cuenta (es una satisfacción reconocerlo) con una amplia gama de tejido asociativo. De ahí también la variedad de homenajes y reconocimientos que se dan a lo largo del año. Lo cual resulta positivo.

Este año, la Urta de Oro ha recaído en la persona de la escritora Almudena Grandes. Ya se sabe que este galardón recae en aquellas personas, entidades, empresas y asociaciones que suponen una divulgación turística de nuestra población.

Para hablar y comentar sobre la trayectoria literaria de Almudena Grandes basta con entrar en Internet e informarse de ello. Pero no es por sus dotes narradoras por lo que se le ha distinguido con la Orden de la Urta de Oro.

Yo descubrí a la escritora (creo que lo he comentado es más de una ocasión;  si es así, ruego disculpen mi reiteración) a través de su novela “Los aires difíciles”. El libro me lo recomendó la agente de Círculo de Lectores que atendía las demandas lectoras de mi barriada. Fue esta buena señora la que me indicó que el libro estaba ambientado en Rota.

La temática de la novela no es política. Lo digo por aquellos que encasillan a la escritora madrileña en la ideología de la izquierda de este país. Algo que, por otra parte, Almudena Grandes no esconde. 

Resultaba gratificante leer como los personajes de la novela elegían Rota para asentar sus vidas y como la escritora desgranaba entre las páginas paisajes naturales y urbanos de nuestra población.

Algunos meses después tuve la suerte de conocerla personalmente. Por aquel tiempo trabajaba yo en la Cooperativa de Pescadores y recibí una llamada desde nuestro Ayuntamiento para que llevara a cabo la gestión de conseguir una embarcación para rodar parte de un documental dedicado a Almudena Grandes. 

Juan José González Jaén ofreció su embarcación, Pate Primero, para tal fin.

Y allí estaba yo el día señalado con mi novela bajo el brazo para que la escritora me la dedicase.

Con el paso del tiempo, recibimos un DVD del documental grabado en parte en nuestra población por TVE. Por cierto, nunca olvidaré las palabras del director del programa cuando nos dirigíamos al muelle pesquero. “Nunca he admirado tanta luz”, me comentó aquel hombre. “Es que estamos en la Costa de la Luz”, se me ocurrió añadir.

A lo que iba. Aquel “reportaje” pertenecía a un programa de televisión Española denominado “Esta es mi tierra”. Lo emitían a horas para interesados en el tema y, además, dicho programa compartía franja horaria con un programa dedicado a la jornada futbolística de la tarde-noche de los domingos. Se emitía a través de la 2 de TVE.

Poseo una copia de dicho programa. 

Almudena elige Rota como “su tierra”. Rota es, para ella, parte de “su tierra”. Casi al unísono como su Madrid natal.

Pasando los años, descubrí que Almudena formaba parte de ese grupo de escritores que, de la mano de nuestro paisano poeta Felipe Benítez Reyes, compartían sus vidas con nosotros durante los meses de “la vagancia”.

Descubrí también su vinculación con la Izquierda Unida local a través de mi compañero Manuel Martín- Arroyo Camacho, Manolito como yo le llamo. Su participación, año tras año, en la noche de Literatura en la calle, me lo confirmaba.

Tras “Los aires difíciles”, seguí leyendo las obras de Almudena Grandes. Presumo ante mis familiares de que todos los libros de Almudena tienen una dedicatoria de su puño y letra. En mi haber lector, con respecto a la novelista, está la lectura de sus obras anteriores. Pero, tras la lectura de “aquellos vientos que hacen y deshacen nuestras vidas y en torno al cual giran nuestra existencia”, tengo en mi biblioteca todas sus obras. Ya espero con impaciencia su última novela, “El lector de Julio Verne”, para enfrascarme en ella.

Almudena Grandes representa “un excelente y prestigioso escaparate de nuestra localidad”. Tanto es así que ella admite que no es bueno hablar también de las bonanzas de nuestra tierra porque la paz y el entorno se podrían deteriorar con la masificación.

Tengo que decir que todos estos motivos hicieron que, desde Izquierda Unida Rota, se le nominara para la obtención de este galardón desde hacía ya algunos años. Este año, la nominación ha sido unánime. Bueno, casi. Salvo una nominación aparte, todos coincidimos en que Almudena Grandes era merecedora de este reconocimiento.

Tratar de buscar connotaciones políticas en el galardón resulta fuera de lugar. Por supuesto, cada cual es libre de opinar lo contrario. Particularmente me parece una buena elección. Ella pasea el nombre de Rota por doquier.

Hay motivos para ello.

Salud.

                                                                                                           ANTONIO FRANCO GARCÍA