Calle Charco, con Antonio Franco
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LEVANTA EL DEDO
Cuando desde los altos cargos del Partido Popular se exige responsabilidad a los agentes sociales, partidos políticos de la oposición, movimientos estudiantiles, movimientos ciudadanos como el 15 M…en realidad están indicando que no rechacemos su Reforma Laboral. Es más, incluso que la aplaudamos. Todo lo que sea posicionarse en contra, con manifestaciones, encierros, concentraciones…debe ser entendido como una irresponsabilidad. Todos estamos equivocados. El Partido Popular está obligado a gobernar y a tomar las medidas que crean convenientes para ¿reducir el paro? Y, además, ha sido elegido por la mayoría de los españoles.
De las tres afirmaciones anteriores sólo estoy conforme con la última. De la primera discrepo en el sentido que “gobernar no es mandar, por mucha mayoría que se tenga”. Lo de tomar medidas, no las toma el Partido Popular, las señala Bruselas y el Partido Popular las aplica.
Resulta curioso que cuando, por ejemplo, los estudiantes se manifiestan y se encierran en las Universidades en protesta por los recortes en Educación, desde el Gobierno se explica que no hay ningún recorte. Cuando las centrales sindicales se oponen a la Reforma Laboral y convocan manifestaciones, se expresa desde el Gobierno que no hay motivo para ello, que ningún trabajador va a perder derechos laborales y que las medidas se toman para crear empleo. Cuando los partidos políticos de la oposición presentan planes alternativos a esta reforma laboral y a esta política económica de ajustes, se dice que actúan con irresponsabilidad.
En conclusión, todos estamos equivocados.
Si nos damos cuenta, hasta dentro de la Iglesia Católica existen protestas contra la Reforma Laboral del Gobierno de Rajoy. La Hermandad Obrera de Acción Católica y la Juventud Obrera Católica han proclamado su rechazo a dicha reforma y han animado a los católicos a la movilización.
Claro que, desde la Jerarquía Eclesiástica consideran improcedentes estas manifestaciones públicas por considerarlas próximas a los postulados de la izquierda. En estos momentos, la Jerarquía Eclesiástica considera que no es papel de la Iglesia inmiscuirse en las labores del Estado. ¡Qué gracioso resulta!
Que el Partido Popular haya ganado las elecciones con tan amplia mayoría de diputados (para hablar de amplía mayoría de votos habría que hacer un análisis exhaustivo de la Ley D´hont), no le abre la puerta a la Verdad Absoluta. ¿Quién la tiene, verdad?
Desde luego quien esté de acuerdo en trabajar lo mismo por menos dinero, que le ofrezcan un contrato de trabajo con bonificaciones que permite el despido libre y gratuito durante el primer año, que pueda ser despedido de su empresa( da igual el número de años dedicado a ésta) porque ésta tenga una caída de ingresos ( independientemente de los beneficios) durante tres trimestres con una indemnización de 20 días por año, con un tope de doce meses…Si usted está de acuerdo con estas y otras medidas contempladas en la Reforma Laboral, entonces usted no tiene por qué manifestarse.
Pero si es de los que cree que se pueden tomar otras medidas para salir del contexto de crisis y que no todo recaiga sobre usted como trabajador, entonces usted tiene todo el derecho (recogido en la Constitución) para oponerse y manifestarse en contra.
Ya han conseguido que se nos olvide que todo lo que está sucediendo, que todas estas medidas que están aplicando (reforma laboral, subida de impuestos, recortes políticas educativas, asistenciales, sanitarias…) no es culpa nuestra. ¡La que ha liado el Sistema (la Banca) con sus políticas capitalistas neoliberales! Y, encima, hay que ayudar a los culpables (los bancos) de todo este desaguisado inyectándoles dinero a un mínimo interés para que puedan seguir dando créditos a un interés cinco o seis puntos por encima de la compra del dinero.
Ya han conseguido que se nos olvide y, como decía en artículos anteriores, que la culpa recaiga sobre nosotros.
Si quieren seguir manteniendo “su sistema” tendrán que escucharnos. Entre otras cosas porque somos más, muchos más. Habrá que llegar a aplicar una política de consenso. En toda Europa. Más, si cabe, en nuestro país, por tener la tasa más alta de paro de toda la Unión Europea. Habrá que tomar medidas, no lo dudo, para crear empleo. Habrá que ayudar a las pequeñas y medianas empresas y aplicar en ellas las reformas laborales que no las asfixie económicamente, pero buscando el consenso con los sindicatos. Pero lo que no puede pretender el gobierno es que nos ofrezca una vuelta al pasado, a unas condiciones laborales de mediados del siglo XX, y que las aceptemos sin más. Sobre todo, porque serán nuestros hijos los verdaderos herederos de esta Reforma Laboral.
Así que, como dicen por ahí, ustedes mismos.
Salud.












Alberto Niño | Viernes, 23 de Marzo de 2012 a las 20:32:53 horas
JM, si a los pactos de IU te refieres a lo ocurrido en Extremadura... es demasiado complejo para reducirlo a "cagada". Hay que comprender que, tras 30 años del Psoe en la Junta, con esas políticas neoliberales, con un ZP que se rindió plenamente a esas políticas sin hacer caso a esa izquierda que apostaba por la alternativa. Sin embargo, en Extremadura PP y Psoe quedaron empatados. Y el Psoe extremeño (y en todo el país) ningunea a IU pero luego exige que pacte con ellos cuando les es necesario. Creo que IU, tras consultar sus bases (dato importante), decidió darle el escarmiento al Psoe por lo que ha estado haciendo, y dejar que gobierne el PP, que tenía la misma legitimidad que el Psoe pues ambos estaban empatados. Además, el PP está preso de que IU apruebe lo que hacen: sino, saben que una moción de censura tras un pacto Psoe-IU los desbancaría de la Junta Extremeña. Sin embargo, yo habría hecho al Psoe extremeño firmar que cumpliría el programa político de IU, y haber gobernado en coalición. Pero como ya digo, entiendo lo que han hecho. La culpa de que gobierne el PP no es de IU, sino de los extremeños que votaron al PP (si hubieran votado a IU, gobernaría IU).
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