Para esta semana tenía decidido escribir sobre Rota. Es más, la carta ya estaba escrita. Lógicamente hacía referencia a la locura de la semana: a la compra del caserón que albergó las obras del museo personal del roteño de Jerez. Pero viendo que tampoco podría aportar mucho más que aquello que ya se había expresado en la red y viendo que fue de lo más contundente, me pareció que con señalar que para nuestra alcaldesa cualquiera que se opone a sus caprichos está contra Rota, contra su turismo y contra su futuro, era más que suficiente: La culpa a la oposición. ¡Qué gran ejercicio de demagogia!

En cambio, la actualidad está ahí para indicarnos que existen cosas mucho más importantes. Sería recurrente traer a esta tribuna la sangrante situación de Grecia, que después de haberle apretado las tuercas una vez más, con la contestación de sus sufridos ciudadanos en las calles, lo que les queda es ser gobernados con la tutela de la troika comunitaria, que podrá dirigir, limitar y con ello cercenar la libertad de acción de un gobierno, previamente nombrado por los mismos amos europeos, saltándose a la torera la voluntad del pueblo soberano, que les han llevado a tener el país hipotecado por muchos años, y sin visos de solución por muy lejos que se mire.

Desgraciadamente parece que no estamos tan lejos. Las medidas que se están tomando por nuestros gobiernos, en especial por el actual, nos llevan por el mismo camino. Pero no solo por parte de los gobernantes, también los ciudadanos asumen su papel. Este domingo cientos de miles de españoles han desempolvado sus inquietudes y han salido a las calles a mostrar que ya están hartos de esta política de continua agresión a su modo de vida y a su futuro, sin que nada apunte a que todo este sacrificio vaya a servir para crear empleo que es de lo que dicen que se trata. Otras medidas en contra del estado del bienestar, que dicho así parece algo muy etéreo, y que no es otra cosa que los recortes en sanidad, en educación, en dependencia, en servicios públicos... ya habían sacado a la gente de sus casas para canalizar su indignación. Esta semana en Valencia hemos tenido un ejemplo de cómo las autoridades reprimen con desmedida violencia una protesta de adolescentes. ¿Quién se va a creer que son capaces de atacar a la policía?. Esta misma mañana se ha denunciado que gente de extrema derecha, y también se ha acusado a policías de paisano de provocar para justificar esa represión. Ya conocemos esa estrategia.

También en Rota este domingo hemos salido algunos para contestar a esta injusta Reforma Laboral. No voy a entrar en las descalificaciones que alguno ha querido lanzar, lo importante no somos quienes convocamos, sí lo es la movilización y las razones que la han generado. Por ello, de forma personal, me gustaría agradecer su presencia a quienes participaron en el acto, aunque está claro que la respuesta ha sido muy pobre en consonancia con el motivo de la convocatoria y la situación de paro que sufrimos en este pueblo. No pasamos lista, la gente es libre de acudir adonde quiera. Les esperamos en la próxima. En cambio no quisiera dejar pasar que algunos pretenden justificar su inacción porque no les gusta ni quienes convocan, ni quienes participan, que sepan que siempre encontrarán motivos para quedarse en casa.  



Manuel García Mata