Queridos Reyes Magos:

Hace muchos años que perdí el contacto con Vuestras Majestades, pero no quiero que esta amnesia sea la culpable de perder la oportunidad de haceros llegar que hagáis posibles mis deseos.

Lo primero que me gustaría que me concediéseis es que le diérais la vuelta al mundo. Me voy a explicar, no pido que lo recorráis, pues ya lo hacéis todos los años y van unos cuantos, lo que quiero es que hagáis como se hace con los calcetines: No sé si sería la solución pero estoy seguro de que algo mejor estaría.

Pero viendo que esta petición resultaría un tanto exagerada me conformaría con que, al menos, me trajérais unos detallitos. Ahí va la lista:

Para los ricos de este mundo os pediría generosidad, ya que con una pequeña parte de lo que les sobra podrían hacer que los más necesitados pudieran cubrir sus carencias vitales.

Para quienes manejan los hilos de la economía mundial os pediría altruismo, pues abandonando su desmedido afán por enriquecerse permitieran a los países de los que se sirven, y a los que, en cambio, deberían servir, poder manejar sus destinos de forma libre e independiente.

Para quienes nos gobiernan, o al menos para eso han sido elegidos, os pediría honestidad, para decir la verdad aunque nos pueda doler y honradez para no servirse de aquello a lo que han jurado servir.

Para quienes ejercen la política, desde el puesto donde se encuentren, os pediría altura de miras y sacrificio, para que las orejeras que les impone su credo no les haga tan arrogantes, aprovechados y oportunistas, y trabajen por el bien de todos.

Para las clases medias, esos que sobrellevan la crisis sin excesivos problemas, os pediría sensatez y confianza, para que no nos encerremos en nuestros pequeños y mezquinos paraísos, y podamos estar codo con codo con quienes nos necesiten y ser partícipes de su sufrimiento.

Para la gente en general os pediría mayor compromiso con los demás, mayor implicación en los problemas que nos rodean, más preocupación por ser más libres y que nadie decida por nosotros, más rigor y más seriedad al participar en los sitios y en los momentos que nos requieran, y una inquebrantable oposición a dejarnos manejar por nadie que lo pretenda.

Para las personas mayores os pediría esperanza, para que los demás fuéramos capaces de mantenerlos en unas condiciones de bienestar que se ellos se han ganado con su esfuerzo y a quienes debemos como compensación al sacrificio que han hecho por todos nosotros.

Para la juventud os pediría inconformismo, para que fueran como debe ser los jóvenes, que luchen por lo que crean, para que con su rebeldía puedan darle a este mundo caduco otra oportunidad.

Para los niños y las niñas os pediría, que supiéseis colmar sus ilusiones, no tanto las peticiones puntuales en las que en estas fechas se exceden, sino mejor en conseguir para ellos el estado más próximo a la felicidad, que con la inestimable intervención de sus familias, también de sus educadores, de sus cuidadores, de los responsables de su salud, y de los de su ocio, les conviertan en seres que disfruten de la vida y que les preparen para saber afrontar en forma positiva todo aquello que los demás no hayamos sido capaces de solucionar.

Para terminar solo me quedaría pedir para los más cercanos, y en especial para mi familia, pero como además de Reyes sois Magos, tampoco será tan difícil adivinar mis deseos.

¡Ah, bueno! Y para mí, como dice el dicho “....Que me quede como estoy” y que esta gente de la Prensa Local, a quienes no paro de hacer la pelota, me permitan seguir dando la lata a quienes tengan la gentileza de leer mis cartas.

P.D: Aunque no haya sido muy bueno en estos años, espero que cumpláis, pues soy capaz de poneros fatal en la próxima carta.



Manuel García Mata