Operarios municipales están trabajando desde esta mañana en el montaje de las carpas que se dispondrán en la plaza de España para que aquellos que decidan comer las uvas al son de las campanadas del reloj del edificio del antiguo Ayuntamiento, puedan estar resguardados de la humedad o de la posible lluvia.

Y es que desde hace varios años, los roteños apuestan por disfrutar del ambiente que se vive en esta céntrica plaza donde la música y el reencuentro con conocidos, hacen del inicio de año una noche especial. 

Aunque la gran mayoría acude a este punto de la localidad tras comer las uvas en casa, los hay que apuestan por hacerlo en la calle. Muchos de ellos son militares americanos que a falta de tener la familia cerca se decantan por esta alternativa, pero también hay grupos de roteños que lo mantienen como una tradición. Hay años en los que han llegado a juntarse más de mil personas en la plaza, según comentan  vecinos de la zona. En cualquier caso, y a diferencia de la Nochebuena, es verdad que en Nochevieja los ciudadanos salen más a la calle y los bares están más concurridos por lo que resulta más fácil prolongar la primera noche del año hasta altas horas de la madrugada.

En principio, y según los partes meteorológicos que se barajan a día de hoy, el tiempo acompañará al menos sin lluvia, un aliciente para que la plaza de España sea uno de los puntos principales de encuentro de los roteños junto a la zona de la Costilla.

De momento, la delegación de Fiestas se afana en ir ultimando detalles para la noche del 31 de diciembre no solo con la colocación de carpas pequeñas alrededor de toda la plaza de España,  sino con el montaje de todo lo necesario para que el DJ que alegrará la entrada del 2012, tenga todo listo para que la música suene tras las campanadas. Momento en el que tal y viene ocurriendo años atrás, comenzará a llenarse el recinto.