Calle Charco, con Antonio Franco
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EL CONTEXTO POLÍTICO
Resulta, cuando menos curioso, que PP y PSOE que han compartido una misma política económica neoliberal, una misma diagnosis de la crisis y unas mismas recetas que se han demostrado inútiles para resolver los problemas de los ciudadanos, ahora se erijan como “únicas” alternativas para gobernar. ¿He dicho alternativa? En realidad, quería decir alternancia.
Esa política neoliberal que comparten en lo profundo, en Europa y España, es solución para los mercados, pero no para la gente.
Ambos partidos, PP y PSOE, tienen plena corresponsabilidad en el cogobierno de Europa. Ambos son responsables por igual de las medidas que han posibilitado dejar al Estado inerme frente a los mercados.
Desde el Tratado de Maastricht, pasando por la reforma laboral y terminando con el acuerdo para modificar la Constitución en su artículo 135, Rajoy y Rubalcaba, PP y PSOE, han seguido la misma estela. Ambos tienen un compromiso neoliberal, por más que uno lo quiera disfrazar ahora de socialdemócrata y el otro, ¡ay, el otro! , se deja llevar por el trabajo sucio desempeñado por su rival para arribar a la Moncloa.
Al margen del “cara a cara” que pudimos contemplar a través de casi todas las cadenas televisivas, los que está claro es que, con las políticas económicas llevadas a cabo, el sufrimiento es para los de abajo (como siempre) y los beneficios para los de arriba (también como siempre).
Cuando decimos los de abajo nos estamos refiriendo a los que viven del trabajo o de su actividad. Los de arriba son los que viven del trabajo y de la actividad de los demás. Nos informaba los medios de comunicación (algunos medios, claro) que diez directivos del IBEX 35 ganan lo mismo que casi 2.800 personas. Queda nítido quién son los de abajo y quién los de arriba.
Ha quedado claro hasta el momento en que la crisis tiene unos responsables: la especulación financiera e inmobiliaria. La falta de regulación e intervención pública permitieron que la economía de casino y el fraude masivo nos llevaran a la situación actual de precipicio. Los depredadores (porque se pueden calificar así) no tuvieron límite y el colapso del sistema estuvo más cerca que nunca.
Para evitar el colapso se articuló un plan de rescate público del sistema financiero sin precedentes. Los Estados movilizaron cantidades ingentes de dinero para rescatar a los bancos “podridos” como consecuencia del fraude en cadena.
Los gobiernos rescataron los bancos pero el grifo del crédito siguió cerrado. Sin acceso al crédito, miles de empresas han tenido que cerrar. El paro se ha incrementado hasta alcanzar casi los cinco millones de personas.
Si una persona no puede pagar la hipoteca, el banco le embarga el piso, pero la deuda se mantiene. Esto, para los de abajo. Pero con los de arriba no ocurre igual. El ejemplo más gráfico, por lo cercano en el tiempo y en la memoria, es Caixanovagalicia. Sus directivos quebraron la caja, que tuvo que ser nacionalizada, y como recompensa se les llenaron los bolsillos con indemnizaciones millonarias.
Todos los gobiernos de la Unión Europea han optado por los recortes sociales para intentar “la quiebra del Estado del Bienestar”. En nuestro país ha sido igual. Y va a seguir siendo igual, gane quien gane las elecciones del próximo día 20 de Noviembre. Por mucho que ahora, a estas alturas, el candidato socialista ponga en valor algunas propuestas que antes él mismo declaraba insolventes porque procedían de Izquierda Unida, y por mucho que el PP base su campaña en la “confianza” y el “cambio”, apareciendo ante la ciudadanía como el salvador del Estado del Bienestar, asumiendo unas promesas que no les compromete, y que llevan camuflada una letra pequeña, a pesar de todas estas historias, ambos partidos llevarán a cabo las políticas que les marquen.
Los recortes practicados son injustos porque nos hace pagar el plato roto a la mayoría. Además, han resultado inútiles. A la vista está que no han dado resultado en ningún país. No han servido para frenar la crisis. Toda la política económica, no nos cansaremos de decirlo, ha estado dirigida a “calmar a los mercados”. Sin embargo, ya ha quedado demostrado que a los mercados jamás se les sacia. Ceder ante todos “sus caprichos” no sólo es antisocial, también es económicamente insostenible. De hecho, estamos contemplando como esas políticas económicas está produciendo la quiebra en países de nuestro entorno.
El 20 Noviembre no se escoge entre PP y PSOE, sino entre continuar como hasta ahora o buscar una verdadera alternativa a este espinoso sendero en el que se ha convertido la crisis económica. Las élites, que con la rapiña antes y durante la crisis han acumulado un enorme poder económico, ideológico y político, están cada día más separados del resto de la sociedad, de la inmensa mayoría de gente normal que vive de su propio esfuerzo. Lo lamentable de todo esto es que esta élite es apenas el 1% y no busca más que su propio beneficio, a costa de la inmensa mayoría que, para más inri, justifica con sus votos que estos privilegiados sigan haciendo lo que saben hacer , engañar y robar.
Salud.
ANTONIO FRANCO GARCÍA












Mal de muchos... | Jueves, 17 de Noviembre de 2011 a las 20:54:34 horas
Sí hombre,sí!!,los políticos de IU nos van a sacar de la crisis,no?
IU no engaña,no roba verdad?
Con IU la prima de riesgo bajaría en vez de subir ¿verdad? ¿O no existe ésas realidades financieras en IU? ¿Porqué la mayoría de ciudadanos creemos que votar a IU es desaprovechar el voto?
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