Pocas son las voces que rechazan en la localidad la entrada de la Base Naval de Rota en el sistema de escudo antimisiles de la OTAN, tanto es así, que muchos, aún sin creer demasiado los datos aportados por el presidente del Gobierno, José Luiz Rodríguez Zapatero, en cuanto al número de empleos directos e indirectos que se crearán, saben que algo se moverá en la economía roteña aunque sea a pequeña escala y con eso, parece que en estos tiempos de crisis, ya basta.

Precisamente, que no sea de forma mínima sino que el impacto de la llegada de 1.100 militares americanos y sus familias repercuta notablemente en distintos sectores del municipio, es el interés y principal objetivo del Ayuntamiento de Rota que ya se ha puesto a trabajar para recabar la  mayor información posible y poder actuar para sacarle el mayor  rédito al nuevo papel del recinto militar. En una frase, tal y como ha definido la alcaldesa de Rota, Eva Corrales, en declaraciones a este medio "queremos ser protagonistas de esta película". En otras palabras, los roteños no se quieren quedar al margen de cualquiera que sea la oportunidad de negocio y empleo que se presente, por ello, es imprescindible que desde el Consistorio se trabaje por estar informado de cada movimiento y poder actuar con los recursos suficientes llegada la hora del desembarco.

Así lo ha entendido la Corporación municipal al completo que ayer se reunía en junta de portavoces para abordar este asunto. La unión parece que ha sido unánime y los acuerdos que se han tomado se llevarán a pleno para aprobarlos y hacerlos llegar al Gobierno central. Según la alcaldesa de Rota, una vez terminada la documentación y la redacción de las diferentes propuestas que ayer salieron del encuentro entre Partido Popular, Roteños Unidos, PSOE e Izquierda Unida, se abordará en el próximo pleno ordinario que tendrá lugar el 20 de octubre o se convocará uno extraordinario y monotemático -que será lo más probable-, para tratar todas estas cuestiones.

Vuelven las viejas reivindicaciones

Eva Corrales, que en estos días no para de atender a los medios provinciales y nacionales dada la repercusión que está teniendo la noticia, ha querido dejar claro en declaraciones a este periódico, que no hay que perder de vista dos cuestiones fundamentales: la actitud reivindicativa que debe mantener Rota y la necesidad de que la entrada de la Base en el escudo antimisiles repercuta en la economía roteña y no se quede solo dentro del recinto militar. 

"Rota tiene que tener un tratamiento especial", explica la alcaldesa haciendo alusión a cuestiones que la localidad viene reivindicando históricamente al Ministerio de Defensa como el IBI de aquellos edificios que no están afectos a la defensa nacional, los impuestos por construcciones y obras dentro del recinto, o el convenio para cobrar el impuesto de circulación a los vehículos de la Base Naval firmado en el año 1994, que como ya ha manifestado en otras ocasiones la edil, "el Gobierno central ha denunciado pese a haberse ganado por sentencia y ahora quieren quitarlo, lo que supone unos 700.000 euros de ingresos". Es cierto que Rota nunca ha conseguido ver saldadas sus reivindicaciones en lo que a compensación por servidumbre militar se refiere, por ello, y dado el nuevo papel que jugará el recinto militar roteño en Europa, los grupos políticos creen que es momento de volver a pelearlo con más fuerza. La alcaldesa de Rota se ha referido además a los 500.000 euros que la localidad recibió en 2006 por primera vez en su historia en concepto de servidumbre militar aunque posteriormente quedaron reducidos a 250.000 y en la actualidad, no se percibe ni un solo euro. Este tipo de situaciones son las que hay que pelear  y para ello, manifiesta, "es necesario un frente común de todos los partidos para que los roteños se vean de una vez por todas compensados".

"No nos pueden dejar al margen de lo que ocurra en la Base"

Al margen de estas reivindicaciones que han vuelto a estar más de actualidad que nunca dados los últimos acontecimientos, la alcaldesa se ha referido a la segunda parte, la más importante, "y es que no nos pueden dejar al margen de lo que ocurra en la Base". Consciente de que las obras y mejoras que se estaban acometiendo en el recinto militar tenían un fin concreto, y una vez que ha sido anunciado por el presidente del Gobierno, "es hora de que nos especifiquen qué puestos de trabajo se van a crear, qué cualificación va a requerir el personal contratado, qué oportunidades van a tener las contratas de servicios de la localidad o dónde se ubicarán esas nuevas familias que vendrán a Rota". Una lista de cuestiones que en función de cómo se vayan gestionando, traerán unos beneficios u otros al pueblo. Y es que, evidemente, no será lo mismo que las familias de militares americanos se tengan que alojar dentro de la Base a que lo puedan hacer fuera, ya que eso conllevaría un empujón importante para el sector inmobiliario y de los servicios a nivel local.  "Tenemos que manejar toda esa información para trabajar en la línea más adecuada y ponernos a disposición del Ministerio de Defensa para ofrecer la formación a nuestros vecinos", explica la alcaldesa que ya ha adelantado, tal y como se consensuó en la junta de portavoces, que será la empresa municipal Sodesa la que se encargaría de estos trámites.

Por último, Eva Corrales, que asegura que trabajará para que no se escape ninguna opción para Rota con la entrada del escudo antimisiles, volverá a exponer al Ministerio de Defensa el proyecto que hace un año se presentó con el fin de que las instalaciones militares de la base así como los vuelos que operan dentro de ella, sean utilizados por militares destinados por Europa para venir a Rota como destino turístico. En definitiva, "poner todo de nuestra parte para salir recompensados y sacar partido a esta  nueva situación que se avecina", concluye la alcaldesa.