El imaginero y escultor roteño Miguel Ángel Caballero Pérez, que es autor de varias imágenes de la Semana Santa de Rota y de otros motivos religiosos de hermandades locales, continúa su trabajo también fuera de la localidad de donde sigue recibiendo encargos que permiten que su arte  esté presente en otras tantas localidades. Aunque la Semana Santa ya terminó hace casi tres semanas, el artista local ha querido hacer un repaso por algunas de las obras en las que ha trabajado entre 2022 y 2023, y que se han podido contemplar durante la pasada Semana Mayor.

Por un lado, este año ha comenzado el proyecto de la imaginería menor del canasto del paso de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Coria del Río. Concretamente, este año se ha entregado el altorrelieve de la cartela frontal del paso que fuera tallado por el maestro tallista Pedro Benítez Carrión. De esta manera se ha estrenado el dorado del frente del canasto, ejecutado por el taller de Artesanía del Dorado Hnos. González, junto con la cartela de “La Trinidad” obra de Miguel Ángel Caballero.

El altorrelieve de “La Trinidad” ha sido elaborado en madera de cedro real estofado al temple sobre oro fino de 23 ¾ quilates y 18 gramos de espesor. Representa a Padre, Hijo y Espíritu Santo sobre un fondo de nube que hace de trono, donde las dos figuras masculinas aparecen sedentes y con un pie sobre el Orbe. Jesucristo, envuelto en un manto rojo, deja ver gran parte de su anatomía con las llagas de la pasión. La mano derecha aparece en ademán de bendecir mientras que con la mano izquierda abraza la una cruz arbórea con detalles dorados donde la corteza deja ver el tallo limpio. En cuanto a Dios Padre, se ha representado como un venerable anciano de cabellos claros, sin llegar a ser completamente encanecidos. Con la mirada hacia abajo bendice con la mano derecha a la par que con la izquierda sujeta el cetro de realeza. El Espíritu Santo representado en forma de paloma vuela en el centro por encima de las cabezas de las dos figuras masculinas. Se ha hecho especial hincapié en no hacer una paloma hierática, por ello se ha intentado representar en movimiento propio de vuelo, girándola hacia su izquierda. Todo el estofado ha sido realizado eligiendo los tonos vivos más familiarizados. Los dibujos han sido cuidados y para reforzar la decoración se han añadido líneas de sombreado que resaltan la ornamentación esgrafiada sobre el oro. Por último, todas las partes con oro visto han sido cinceladas pormenorizadamente para crear una vibración cuando la luz resbale por su superficie. La Encarnaduras han sido hechas al óleo con finas veladuras y una suave pátina. Toda la orfebrería de la pieza ha sido elaborada por “La Victoria Joyas”.

Por otro lado, Miguel Ángel Caballero Pérez presenta los trabajos correspondientes a la Hermandad de la Paz de Fátima de Jerez de la Frontera, para la que lleva trabajando desde 2016. En este caso, presentaba un nuevo soldado romano y dos altorrelieves para el canasto.

En primer lugar, según explica el imaginero, el nuevo soldado romano viene a sustituir a uno de los dos del misterio original. Tiene una altura de 177,5 cm. y está realizado en madera de cedro real policromado al óleo. La cabeza y el torso han sido ahuecados y la boca ha sido trabajada en su interior dejando ver la lengua y los dientes de protésico dental. Los párpados superiores han sido rematados con pestañas de pelo natural confeccionadas a mano. Como curiosidad, se puede destacar que las piernas han sido talladas en directo con el modelo Manuel Villaverde Pacheco, amigo del autor, que ha subido un vídeo a sus redes sociales en el que se puede ver el proceso.

El soldado, de expresión dura y a la vez contenida en su gesto, está en acción de empujar, con su mano izquierda, a Cristo por el hombro derecho desde su espalda mientras sostiene el pilum con su mano derecha. Las piernas, completamente anatomizadas, han sido rematadas con unas sandalias de cuero realizadas también por su autor. La peana incluye casquillos antigiro que bloquean la cabeza de los tornillos e impiden la manipulación por arriba de la peana, evitando de esta manera daños en pies y superficie de la peana por golpes y rozaduras con herramientas.

En segundo lugar, se han entregado los dos últimos altorrelieves de las cartelas del paso que faltaban para completar el juego de 8 cartelas dedicadas a la infancia de Jesús. En este caso se han elaborado “La Circuncisión” y “La Virgen con el Niño y Santa Isabel con San Juanito”. Ambas ejecutadas en cedro real y estofadas al temple al huevo sobre oro fino de 23 ¾ quilates y 18 gr de espesor. Las encarnaduras han sido realizadas al óleo y patinadas. El dorado ha corrido a cargo del taller de artesanía del dorado Hnos. González y la orfebrería ha sido creada por el orfebre roteño Olmo Quirós Arjona.

En la escena de la Circuncisión se ha querido reducir al máximo el número de personajes para dar una mayor proporción a las imágenes. De esta manera, la escena que se desarrolla dentro de la Sinagoga Judía, ha sido ambientada como tal en los espacios que así lo permiten, como el fondo oscuro que muestra un candelabro de siete brazos y la mesa de altar sobre la que se puede ver la estrella de David debajo del Niño. De izquierda a derecha, se puede hacer la siguiente lectura del relieve: María la Virgen observa la escena con gesto de aflicción contenida uniendo sus manos por las palmas, a continuación, el Niño reposa sobre la mesa de altar sostenido por San José que aparece en la parte alta del relieve asomando por detrás del altar. El sumo sacerdote sedente, y revestido de sus símbolos, procede con el bisturí o cuchillo ceremonial a realizar la operación que se realizaba a los 8 días del nacimiento. El relieve incluye una palangana y una jarra de agua como elementos que terminan de componer la escena.  

En la escena de la visita de Santa Isabel con San Juanito a la Virgen y el Niño, se ha querido interpretar un momento de júbilo entre los dos pequeños. El Niño Jesús sobre la rodilla de su Madre sedente, mira con cariño a su primo a la vez que lo bendice. San juan, revestido con su piel de camello y manto rojo, se acompaña de sus símbolos, como el lábaro y un pequeño corderito, se acerca a su primo poniendo su mano izquierda sobre la rodilla de este y mirándole divertido a la cara. Santa Isabel aparece por encima de San Juanito en actitud de poner las manos en sus hombros con gesto cariñoso. Como punto a reseñar, se ha terminado la parte superior del relieve pintando, en el fondo del paisaje  la escena, a grandes rasgos, el Bautismo de Cristo al modo  de recurso utilizado por los pintores durante la Historia del Arte, donde a una escena principal se añadían otras en el fondo donde se explicaba distintas vicisitudes de la vida del protagonista, sucedidas en momentos anteriores o posteriores.

Al igual que con el relieve del paso de Coria de Río, los estofados al temple se han realizado con una ornamentación muy cuidada de dibujo y colores vivos, remarcando sombras y cincelando los motivos dorados. 

Son los últimos trabajos del escultor roteño que continúa desde su taller recibiendo encargos.