La roteña Laura Antón, que con solo 13 años es todo un referente en obediencia canina, se ha subido por primera vez al podio desde que compite en Clase 3, el máximo nivel de esta disciplina deportiva.  Solo le ha costado tres salidas a pista en esta categoría para demostrar que su talento es impresionante y llevarse un merecido tercer puesto.

La joven ha vuelto a disputar un torneo, en este caso en el II Trofeo 'Give me the paw' en  Portugal, donde se ha medido a nivel internacional a 22 veteranos estadounidenses, portugueses y españoles que le duplican y triplican la edad con creces. Ese don que tiene para entenderse con su perra Nuka en cada prueba, la templanza para calmar nervios ante tan alto nivel y su pasión por este deporte la convierten allá donde va en todo un descubrimiento, atrayendo la mirada de profesionales que ven en ella el talento y un futuro más que prometedor. 

Subirse al podio por primera vez en Clase 3 ha sido para Laura Antón toda una alegría y un aliciente más que demuestra que el trabajo que viene realizando con su perra Nuka, entrenados por Toni Aguilar de Adecán Córdoba, está dando unos excelentes resultados. No hay más que señalar que el primer y segundo puesto de esta competición son adiestradores que están seleccionados para ir al mundial, dejando claro que el nivel es muy alto. Es más, en realidad en Portugal no está permitida la participación de menores de 14 años, algo que en España sí, y que esta joven roteña deja claro que la edad no es un impedimento para medirse.

En este II Trofeo "Give me the paw", Laura consiguió 212 puntos, siendo la nota más baja conseguida en los ejercicios la de 7,5 puntos, y eso, teniendo en cuenta que antes de iniciar su participación tuvo un pequeño percance con el perro de otro participante que se le abalanzó y que sin embargo, no impidieron que demostrara una vez más su capacidad de templar los nervios, incluso tras el susto recibido y la situación de estrés creada. La organización le permitió que se tomara unos minutos para reponerse antes de competir, y la roteña demostró su valía.  Solo le faltaron 40 puntos para ir a la selectiva para el mundial, el próximo reto que tiene esta joven entre manos.

Como indica su padre Juan Carlos Antón, en cada competición su hija se supera y aunque es siempre centro de atención por sus formas, lo más importante es que ella también aprende de los que llevan muchos años dedicándose a la obediencia canina.  El pasado fin de semana, fue invitada a probar otras disciplinas caninas que desconocía, por lo que cada torneo se rodea de buenas y nuevas experiencias.

Laura y su padre han dado las gracias al Ayuntamiento de Rota por el apoyo que reciben y destacan que gracias a la celebración del Trofeo Andaluz de Obediencia Canina en Rota el pasado febrero, se ha notado que esta disciplina se esté abriendo a más participantes, algo destacable, indica Juan Carlos porque al final, la obediencia canina es educar a tu perro y entenderte con él.

De cara a los próximos meses, Laura Antón continúa con sus entrenamientos en Clase 3 para seguir dando pasos en este deporte para el que en mayo y junio ya prepara nuevas competiciones.