La presencia de las colonias de gatos ferales o silvestres en algunas zonas medioambientalmente sensibles de la localidad está afectando a la biodiversidad según el grupo "La plazoleta"- Ecologistas en Acción, que ha pedido al Ayuntamiento de Rota, a sus delegaciones de Playas, Transición Ecológica, Sanidad y Policía Local, que actúe en la regulación y control de estos animales. 

Este colectivo ha mostrado su preocupación por las colonias existentes en  la zona litoral, pinares, dunas y franja costera donde aseguran que están perjudicando a la fauna en especies como el camaleón, el lagarto ocelado, la lagartija colirroja, etc.,  y muchas aves silvestres, algunas de ellas protegidas, entre las que se encuentra el chorlitejo patinegro, muy vinculada al monumento natural de Los Corrales de Rota.

Ecologistas en Acción ha indicado que un estudio dirigido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas -CSIC-  revela que los gatos asilvestrados son una de las especies más perniciosas para las comunidades de vertebrados.  A lo largo de la historia, su acción en estos entornos ha contribuido a la extinción de al menos el 14% de los vertebrados y su presencia amenaza al 8% de las especies de aves, mamíferos y reptiles catalogados como en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza -UICN-. Se estima que en Canarias han contribuido a la desaparición de hasta 40 especies.

Este colectivo no entiende la colaboración por parte del Ayuntamiento de Rota en las campañas de conservación del camaleón y del chorlitejo patinegro y, más recientemente, en el proyecto de creación de un observatorio para aves en la zona de Punta Candor, frente a la existencia de una gran presencia de gatos.

Aunque los ecologistas reconocen que hay asociaciones que se están responsabilizando de la gestión de algunas de las colonias existentes de gatos ferales, también han detectado muchas de ellas promovidas por personas particulares que contravienen la normativa existente.

A todo ello, indica Ecologistas en Acción, hay que añadir que, la creciente avenida de autocaravanas en Rota ante la facilidad y falta de normativa, ha venido a agravar el problema.

Los ayuntamientos son los responsables  de  la  aplicación   de  planes  CER -captura, esterilización y retorno-, el método que se ha demostrado como más adecuado para conseguir su paulatina reducción y que estén en buenas condiciones, en un número controlado, reducido y saludable. Además, también deben efectuar un control sobre su alimentación y, en concreto, sobre  las personas que los alimentan. La comida que debe proporcionárseles debe ser seca, nunca fresca, y por personas autorizadas, evitándose así la presencia y proliferación de roedores y condiciones insalubres.

La nueva Ley de Bienestar Animal obliga a las administraciones locales a desarrollar Programas de Gestión de Colonias Felinas, fomentando la colaboración ciudadana para el cuidado de los gatos comunitarios, responsabilizándose de su atención sanitaria, vacunación, desparasitación, alimentación,... así como la creación de un protocolo para resolver los posibles conflictos vecinales que puedan surgir.

La colaboración, junto con el control, evitaría o contribuiría a reducir los números de abandonos; un problema que es preciso atajar, ya que es el origen de las colonias incontroladas y los grandes problemas que conllevan.

La finalidad, por tanto,  debe ser la reducción de estas colonias, no su incremento, y ello solo se puede conseguir con un buen protocolo de actuación, con el establecimiento de la colaboración ciudadana, con una Red de Voluntariado autorizado y con vigilancia y control.

Por otro lado, se establece que, aunque no es conveniente traslocar una colonia establecida, sí se contempla su medida cuando supongan un auténtico peligro para los humanos o la biodiversidad, y este, indican los ecologistas, es el caso de las colonias en la zona litoral y dunar. El Ayuntamiento de Rota, por tanto, como todos los ayuntamientos, son responsables de proteger y mantener también la biodiversidad -protección de espacios considerados de como de carácter natural o naturalizados regulados en la Ley 8/2003 de 28 de octubre de la Flora y Fauna Silvestre-, y deben actuar.

Desde Ecologistas en Acción exponen algunos ejemplos como el del Ayuntamiento de Leganés que ante la continua y gran disminución de aves en sus lagunas llevó a cabo con éxito y contando con la colaboración de la ciudadanía, un control en la alimentación de las colonias felinas y una traslocación de su ubicación hacia zonas donde no perjudicaran a otras especies. En la vecina localidad de Chipiona se ha llegado a un acuerdo entre el Ayuntamiento, las protectoras de felinos y el grupo ecologista CANS de “movilizar las colonias felinas formadas y existentes en la zona del cordón dunar hasta las Tres Piedras a zonas cercanas donde no exista flora y fauna silvestre sujeta a protección, tratando de evitar el peligro que corre el ecosistema de flora y fauna en dicha zona”.

Este colectivo puede entender y compartir la sensibilidad y empeño de las asociaciones y de las personas particulares que actúan por el bienestar de estos animales, pero creen que no puede ser a cualquier precio, ya  que "producen un daño colateral irreparable a la fauna silvestre y están asumiendo una responsabilidad que en realidad no les corresponde".

Ecologistas en Acción se refiere al trabajo de la protectora de animales a la que valoran por su esfuerzo y trabajo ingente con muy pocos medios tanto humanos como económicos o de infraestructuras para proporcionar el máximo de bienestar a los animales abandonados y callejeros, pero como ecologistas "no podemos mirar hacia otro lado viendo el perjuicio tan grave que está realizando hacia la biodiversidad".

Por ello, han pedido al Ayuntamiento de Rota que se realice un inventario de todas las colonias de gatos ferales, se adopten medidas de vigilancia y control para evitar la alimentación no autorizada, así como los abandonos, se programe una paulatina traslocación de las colonias existentes en la zona dunar y pinar y se actúe con más contundencia en el cumplimiento de las normativas existentes.