Desde esta mañana se deja ver el ambiente festivo propio de un Jueves Santo en el que brilla el sol y parece que las rachas de viento han cesado. Es el día de la Hermandad de los Dolores, que procesionará esta tarde a partir de las siete desde la capilla de la Caridad, pero también la antesala de una esperada Madrugá nazarena.

El Señor de Rota ya espera junto a María Santísima de la Amargura en su capilla preparado para una estación de penitencia larga, que empezará a las dos de la madrugada y acabará en torno a las doce y media del mediodía. Antes de ese gran momento, se ha vivido otro especial, con la entrega de la llave de la ciudad por parte del alcalde de Rota, Javier Ruiz, al hermano mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Antonio Barba.

Es un acto tradicional que viene a simbolizar los honores que el Ayuntamiento de Rota concedió al Nazareno en 2008 cuando lo nombró Señor de Rota por aclamación popular y dada la fe que le profesan muchos roteños.

Desde entonces, cada Jueves Santo a las doce del mediodía, como ha ocurrido hoy, el alcalde hace entrega de esta llave al hermano mayor que la deposita a las plantas de Jesús, aunque en esta ocasión, ha sido el propio Javier Ruiz Arana el que ha hecho los honores, colocándola en las manos del angelito que está situado a los pies del Señor.

Al breve acto han asistido miembros de la Corporación municipal, de la junta de gobierno de la hermandad y unos pocos fieles, ya que las puertas de la parroquia de la O estaban cerradas al público en general.

El alcalde de Rota ha deseado a la Hermandad del Nazareno una buena estación de penitencia, una Madrugá tranquila y llena de fe, como la viven los roteños que salen en masa para arropar a la que es, sin lugar a dudas, la imagen más venerada en la villa. De igual forma, ha destacado el trabajo de los hermanos y de la propia cofradía para poder salir a la calle esperando que el viento de levante que anoche soplaba con fuerza, no interrumpa esta salida procesional.

La entrega de la llave de la ciudad es un acto simbólico que representa precisamente, la veneración a Jesús Nazareno que hoy sale a la calle como Señor de Rota junto a su madre, María Santísima de la Amargura y que sobrepasa el ecuador de esta semana especial para los católicos.