Desde hoy, 8 de febrero, los ciudadanos no están obligados a llevar la mascarilla cuando viajan en transporte público, levantándose así la medida que desde hace casi tres años se mantenía por el Ministerio de Sanidad.

La ministra Carolina Darias ya lo anunció hace un par de semanas y hoy, con la publicación de la modificación del Real Decreto en el Boletín Oficial del Estado (BOE), la mascarilla  pasa de ser obligatoria a una decisión personal de cada pasajero quienes podrán decidir si mantenerla o liberarse de ella. 

La medida para los usuarios habituales del transporte público (avión, autobús, tren, catamarán, etc.), ha generado opiniones diversas, desde los que la mantendrán por prevención y porque se han acostumbrado sintiéndose  más seguros, especialmente en trayectos largos, a los que celebran poder respirar sin el tapabocas.

Aunque los viajeros se libran de ellas, la mascarilla sigue siendo obligatoria en centros de salud y de atención especializada, hospitales, farmacias y en los centros de día, debiendo llevarla tanto los trabajadores como las visitas en las zonas compartidas.