Aunque oficialmente el Ayuntamiento de Rota no tiene constancia acreditada de que la vaqueriza de la avenida de la Matea se haya desmantelado por completo, desde fuera de las instalaciones y según ha sabido este medio, ya no hay vacas en la explotación ganadera.

Tras años de negociaciones  que no llegaban a buen puerto entre el Ayuntamiento de Rota y el dueño de la vaqueriza para trasladar a las más de 400 cabezas a otra ubicación alejada del núcleo de viviendas en las que estaban, parece que definitivamente, se ha dado cumplimiento a la sentencia judicial que obligaba a cesar la actividad ganadera en estas instalaciones.

El traslado de los animales se ha hecho en varias remesas, y según ha sabido este medio, la gran mayoría se habría reubicado en explotaciones ganaderas de varios puntos de España.

Hay que recordar que el último plazo que acordaron desde el Ayuntamiento de Rota y el dueño de la vaqueriza para el desmantelamiento de la vaqueriza cumplía el pasado 30 de septiembre sin que ni una sola vaca se hubiera movido. Fue a los pocos días cuando el Ayuntamiento de Rota, en base a dar cumplimiento a la sentencia en firme, que obligaba a no continuar con la actividad económica, levantó la suspensión cautelar del precinto de la vaqueriza. En ese momento, sin poder comercializar la leche que producían los animales, al dueño de la explotación no le quedó otra que sacar la leche y pagar por su destrucción, e ir empezando a trasladar vacas. El desalojo se ha hecho de forma escalonada hasta llegar al desmantelamiento total de la explotación.

Durante este tiempo, desde mediados del mes de octubre hasta finales de noviembre, la vaqueriza ha estado vigilada por una patrulla de la Policía Local que controlaba el cumplimiento del precinto.  Hace un par de semanas, esa vigilancia también cesó.

Esta mañana, al menos desde fuera de las instalaciones ganaderas, no se veía ni una sola vaca en las zonas en las que habitualmente estaban.

Queda pendiente que el ganadero acredite oficialmente al Ayuntamiento de Rota que ha ejecutado la sentencia, ya que de momento, no lo habría hecho.

Está previsto que en próximos días, si no lo hace de motu propio, se le requiera la documentación para constatar que, efectivamente, ya no quedan vacas en la vaqueriza.