Un mensaje de fe, de fervor a la patrona y una recreación de su propia experiencia al lado de María del Rosario han sido claves en el pregón que esta mañana ha pronunciado el Rvdo. padre José Pozas Murcia, que ha sido en esta LXXV edición del Pregón del Rosario, el encargado de hablar de Nuestra Señora del Rosario cuyas fiestas ya han comenzado la cuenta atrás para su celebración.

Con una parroquia de Nuestra Señora de la O llena de fieles, entre los que se encontraba el alcalde de Rota, Javier Ruiz, el cura párroco de la O y presidente de la gestora de la Hermandad del Rosario, José Arjona Gil, el presentador del pregonero, José Manuel Sánchez Peña, además de hermanos de las diferentes hermandades, miembros de la Corporación municipal y devotos, comenzaba un pregón algo distinto a lo habitual.

José Manuel Pozas Murcia volvía a Rota nueve años después de haber estado en la parroquia de la O ejerciendo como cura párroco. Querido y siempre vinculado a la casa salesiana, recordaba su paso por este pueblo al que hoy le ha dedicado sus mejores palabras a través de un pregón sin grandes rimas, ni tono rimbombante porque su mensaje en esta mañana de domingo, era muy claro. No hay nada que se pueda celebrar en torno a María del Rosario, como se ha referido a Ella a lo largo de su pregón, que tenga sentido si no sirve para interiorizar la fe.

Los "vivas", la salida procesional, los cultos de postureo y fachada no sirven de nada si en el interior de cada persona no se mueve algo cuando la ve. El pregonero ha apostado por destacar la fe verdadera con un tono pausado que ha mantenido al público atento a ese ritmo marcado por un hombre que conoce bien cómo trasladar la palabra de Dios. No en vano, como él mismo reconocía, es hombre de homilías y misas y no de pregones más propios de juegos florales y así lo ha hecho, demostrando que no hace falta demasiado boato ni unos juegos literarios enrevesados para llegar al corazón de quien escucha.

José Manuel Pozas Murcia se dirigía a María del Rosario, cuya imagen  presidía el altar mayor de la parroquia de Nuestra Señora de la O, como madre de roteños, marinos y mayetos, como la virgen de la gente, a la que hay que buscar ayudando al pobre, al parado o al necesitado, la que es digna de elogios pero no de palabras vacías. El pregonero rehúye de esa forma que marca hoy el día a día de la sociedad que camina rápido sin detenerse en las cosas importantes pidiendo una vida plena alejada de disfraces y engaños.

Rota y Rosario van unidas en octubre, pero no tienen sentido las fiestas en honor a la patrona si durante el año, no hay nada más, decía el pregonero, convencido de que esta expresión cultural  tiene sentido si va más allá. Por eso, invitaba a acercarse a ella como él lo hizo hace años y como vivió junto a Manolo, roteño que fue pilar fundamental en la vida de la iglesia, un acercamiento especial. La devoción tiene que servir para un cambio a mejor, pregonaba José Manuel Pozas Murcia.

El Rosario está en las familias, en las tradiciones y en la gente y lo supo bien cuando llegó a Rota hace más de 9 años, adonde volvía pidiendo perdón a Gregorio Sánchez Alonso, quien en su día le propusiera este mismo papel que hoy representaba. En aquel entonces su salud no se lo permitía, y tampoco se veía de pregonero; ha pasado el tiempo y ha aceptado una invitación que le ha permitido mostrar el cariño que guarda a la villa de Rota, a su patrona y a tantos roteños que le enseñaron esa relación especial que hay entre Rota y el Rosario.

Centrado en el mensaje que traía como hombre de fe, desgranó su pregón a la patrona, citó algo de historia y tradición, pero sobre todo, de fervor y fe porque como diría su presentador, José Manuel Sánchez Peña, José Manuel Pozas Murcia es un hombre que vive y transmite la palabra de Dios todos los días de su vida.

Los acordes de la banda municipal de música “Maestro Enroque Galán” lo han arropado en esta cita que ha terminado con la salve a la patrona.