Diario del año del coronavirus
Siempre, siempre
por Balsa Cirrito
Isabel Díaz Ayuso tiene cosas del estilo de las de Aznar y de Esperanza Aguirre (sobre todo su insólita arrogancia), pero a mí a quien más me recuerda es a Pep Guardiola. Tanto Guardiola como Ayuso detestan España (aunque Ayuso disimule); los dos son independentistas (Ayuso más que Pep) y, sobre todo, los dos coquetean con la cámara de manera impúdica cada vez que se hallan en público.
Observen una rueda de prensa de Guardiola. Siempre trata de que se le vea su lado bueno y se lleva todo el rato poniendo caritas, sobre todo morritos, con un flirteo telegénico que casi resulta obsceno. La Ayuso cuatro quintos de lo mismo. Sonrisita pícara, lánguida caída de ojos, miradas de soslayo… Confieso que verla en televisión es un espectáculo, porque tanto postureo llega a ser un arte.
Ayuso, por lo demás, es el líder autonómico más independentista de España, que ya le vale. Si algún líder catalán o vasco se hubiera pasado por el forro de los ovarios tantas normas nacionales y le hubiera hecho tantos desprecios al presidente del gobierno español como ella, el partido de Ayuso, el Partido Popular, hubiera montado el dos de mayo y el quince de mayo el mismo día. Recuerdo las muchas veces en que, durante la pandemia, Pedro Sánchez se reunía telemáticamente con todos los presidentes de comunidades autónomas y ella no asistía a las reuniones porque estaba haciéndose propaganda en cualquier lado en vez de ejercer las funciones para las que le votaron los madrileños. Por eso digo que es independentista, porque uno juraría que su aspiración es lograr un Madrid independiente (eso sí, con todas las ventajas que da ser la capital de España).
Ayuso solo quiere el bien de Ayuso. Es una populista paradigmática. En este sentido me recuerda también mucho a Trump. Da igual las críticas que se le hagan – incluyendo esta – porque a sus fieles no les harán efecto. Es más, no hay absolutamente nada, ninguna crítica por fundada o evidente que sea que pueda hacer daño a Ayuso. En este sentido, es la populista perfecta.
Y, ¿a qué viene esta andanada contra Ayuso, personaje que, después de todo, nos coge un poco a trasmano? Pues viene a cuento del rechazo a las normas de ahorro energético del gobierno, que doña Ayuso dice que no va a acatar. Yo no sé en qué porción del universo cree Ayuso que estamos, pero en el cuadrante del sistema solar, área del planeta Tierra, o sea, donde nos encontramos, la cuestión energética anda jodida. No se trata de si queremos o no queremos ahorrar, es que no hay más narices. Es como si tenemos el colesterol muy alto y vamos al médico. Y el médico nos dice: “elimine las grasas y los fritos”, pero nosotros le respondemos: “imposible, doctor; adoro los chicharrones y las croquetas, sobre todo las de rabo de toro”. Pues igual. No es que nos guste o no ahorrar energía, es que no tenemos otra opción.
Y ahí anda Feijoo. Debo decir que Feijoo me agrada bastante. Es inteligente, y legítimamente moderado. Pero visto lo que le pasó a su antecesor, no tiene narices de enmendarle la plana a la Ayuso, que ya ha dicho que no va a aceptar normas tan terribles como la de apagar los escaparates a las 10 de la noche. Desde luego, no cabe duda de que obligar a los comercios a que cierren las luces a esa hora es un espantoso atentado contra la libertad.
En fin, a día de hoy creo que no soy ni de izquierdas ni de derechas; es más, veo ridículo defender alguna de las opciones ideológicas como la buena. Todo es como la metáfora de la manta corta: o me tapo los pies o me tapo los hombros, pero las dos cosas no puedo. Con esto quiero decir que pertenezco a ese tipo de personas a las que no le importaría cambiar el sentido de su voto. Sin embargo, hay algo que me impide votar al PP, y es su escaso patriotismo. Nulo diría yo. Existe una norma que parece transmitirse desde los tiempos de José María Aznar (Fraga sería más facha que todos los que vinieron después juntos, seguro que sí, pero, por lo menos, era un patriota de verdad) y es que cuando el PP tiene que elegir entre beneficiar a España o beneficiar al partido, eligen el partido. No digo que los demás no lo hagan eventualmente. El problema de los peperos es que lo hacen siempre. Siempre, siempre.

































MadRileñOTA | Martes, 13 de Septiembre de 2022 a las 11:41:28 horas
Totalmente en desacuerdo. Los que hemos votados a Isabel Ayuso estamos encantados con ella y le volveríamos a votar 1000 veces mas.
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