Seguro que, aunque no seas un experto en informática, has escuchado hablar de que, para acceder a una web o montarla, es necesario contar con un servidor. Sin embargo, tal vez no sepas cómo funcionan este tipo de dispositivos ni qué utilidad tienen exactamente. Estas son cosas que aquí te queremos explicar, así que presta atención.

¿Qué es un servidor web?

Un servidor web no es más que un ordenador de gran potencia. Sin embargo, su función no es la de permitirte navegar por Internet o usar programas informáticos o de edición de imágenes, entre muchas otras.
En concreto, lo que hacen estos equipos es almacenar todos los archivos que componen una página web. Hablamos, por ejemplo, de las imágenes, los vídeos y los textos. Posteriormente, los transmite a aquellos usuarios que pueden tener acceso al portal mediante protocolos HTTP.
Dicho de un modo más sencillo, un servidor web es el soporte físico en el que se almacenan los contenidos de un portal online. Siempre que accedes a un sitio en Internet a través de un navegador, es uno de estos equipos el que te permite entrar.

¿Cómo funciona un servidor web?

No es tan sencillo como parece. En primer lugar, debes saber que el servidor web debe estar conectado permanentemente. Imagina que, si se apagase el equipo, los usuarios no podrían entrar en el portal cuando quisiesen.

Esto hace que los servers HP o de cualquier otra marca se mantengan en un estado de latencia o espera durante las 24 horas del día. Se activan al recibir una solicitud por parte de la dirección IP de otro ordenador o de un dispositivo móvil. Esta debe ser realizada siempre por parte de un navegador web (Mozilla Firefox, Opera, Google Chrome, etc.).

Una vez que ha recibido la petición, el servidor web se encarga de buscar los archivos que el usuario que se ha conectado le está pidiendo. Interpreta las líneas de código HTTP y envía el resultado, el cual se muestra en la pantalla del solicitante.

Todo esto se realiza en milésimas de segundo, aunque todo depende de la potencia del procesador del servidor web, de la cantidad de memoria RAM que disponga y de su capacidad de disco duro. Evidentemente, al tratarse de un soporte físico, tiene sus limitaciones.

Estas limitaciones han de ser tenidas muy en cuenta a la hora de montar un servidor web. ¿La razón? No es lo mismo un equipo destinado a recoger unas pocas decenas de visitas diarias en un pequeño portal online que uno que tendrá que gestionar miles de solicitudes cada día y mostrar datos relacionados con una tienda online inmensa.

En definitiva, esperamos haberte ayudado a comprender cómo funciona un servidor web. Una información que te resultará muy útil si estás pensando en montar el tuyo propio para dejar de pagar los servicios de hosting que actualmente abonas. Como habrás podido comprobar, es un proceso relativamente sencillo, pero que se hace exponencialmente más complejo al tener que realizarse en milésimas de segundo y de forma simultánea.