Ayer estaba previsto, como viene siendo habitual desde que se recuperase en 2017 esta tradición, la salida procesional de la Santísima Virgen de los Reyes a las 22.00 horas. Sin embargo, la procesión no pudo celebrarse debido a la ausencia de Policía Local para cortar el tráfico que permitiese a la comitiva del cortejo procesionar como estaba planificado.

La virgen fue sacada a la plaza Bartolomé Pérez para que los feligreses allí congregados pudieran disfrutar de su presencia. Los responsables de este acto esperaron durante media hora la llegada de los agentes de la Policía Local, que llegarían media hora después, cuando ya se había tomado la decisión de cancelar la procesión.

Este medio de comunicación a través del párroco de la O ha tenido constancia de que se realizó correctamente la petición de solicitud para la salida procesional de ayer desde el 15 de julio. En primera instancia, se especuló sobre la posibilidad de que el Ayuntamiento de Rota no pasase la solicitud correspondiente a la Policía Local para regular el tráfico. Sin embargo, desde la delegación de Fiestas y Eventos informaron a la parroquia que esta solicitud sí que se envió en su momento a la Policía Local. Una vez que los agentes accedieron al interior de la parroquia, con la procesión ya suspendida, estos afirmaban no haber recibido ninguna orden de procesión. Todavía se desconocen los motivos por los que la Policía Local no recibiese la correspondiente indicación. Una confusión que dejó a devotos, veraneantes y ciudadanos en general sin poder disfrutar de esta salida procesional con motivo de la víspera de la asunción de la virgen.

El centenar de fieles expectantes y aglomerados en la plaza no sabían con exactitud lo que allí estaba sucediendo, generándose un clima de duda entre los presentes. Finalmente, solo pudieron acompañar y presenciar la figura de la Virgen de los Reyes durante unos minutos en la plaza, sin procesión.

A lo largo del día de hoy, y ante lo sucedido ayer, la Policía Local de Rota ha pedido disculpas a los devotos y fieles por este problema burocrático que impidió el correcto desarrollo de la procesión tal y como estaba prevista.