¿ENFERMOS O GENIOS?



  
Las enfermedades mentales son desórdenes del cerebro que alteran la manera de pensar y de sentir de la persona afectada, al igual que su estado de ánimo y su habilidad de relacionarse con otros.

La multiculturalidad y la gran diversidad de pensamiento humano producen una amplia gama de lo que la ciencia llama “enfermedades” y que, sin embargo, desde aquí, renombramos como “DIFERENCIACIÓN” en el mismo sentido que Darwin hablaba de la selección natural fisiológica. Reivindicamos así la “selección natural psicológica”. Un ejemplo: Dalí era ¿Un genio o un enfermo? Churchill era hipomaníaco. De Tom Cruise se dice que “padece” un síndrome de falta de atención…Y  ¿Kafka, Einstein, Nietzsche, Mozart, Picasso…? ¿Por qué todo lo distinto es “raro” o enfermizo? A no ser que tenga un magnífico plan de marketing que lo lleve a la gloria (en su tiempo o 500 años después). Al temor a lo diferente lo llamamos xenofobia. Se suele temer a lo que NO SOMOS CAPACES DE COMPRENDER… (Pena, penita, pena… para los que tratan de evitar la evolución de la DIFENCIA MENTAL).

Aquí, en Cádiz, estamos tratando la “enfermedad” como una ventaja que diferencia al individuo de la masa y que le convierte en el pionero de una nueva línea de pensamiento que la Naturaleza crea como forma de evolución mental. Seguimos en el empeño, desde un punto de vista científico, y ya viene gente de todo el mundo!!!!

Los diagnósticos de trastornos más comunes son:

Trastornos de personalidad: son alteraciones del modo de ser propio del individuo, de su forma de vivir y de comportarse, que se desvían de lo normalmente aceptable en su entorno. Las más comunes son:

Personalidad paranoide: el sujeto tiene gran desconfianza y recelo a todo lo que le rodea.
Personalidad esquizoide: personas introvertidas, retraídas, que evitan el contacto social, frías, que no expresan emociones.

Personalidad obsesiva: son rígidos, perfeccionistas, escrupulosos.
Trastorno antisocial de la personalidad: individuos que no respetan las normas sociales, incapaces de aprender de la experiencia, irresponsables, sin preocupación por los sentimientos de los demás, baja tolerancia a la frustración e impulsividad.
Trastornos obsesivo compulsivo: la persona tiene una serie de pensamientos (obsesiones) muy persistentes, que vive como algo consciente y reconoce como absurdo, pero que no puede evitar. A diferencia de los delirios, reconoce que todos estos pensamientos son fruto de su mente, éstos le crean un gran malestar que intenta mitigar con una serie de comportamientos repetitivos (compulsiones).
Trastornos mentales orgánicos: en este diagnóstico se incluyen los diferentes tipos de demencias (Alzheimer, vascular, etc…). Existen problemas fundamentalmente con la memoria y la capacidad intelectual de procesar información, además de falta de control emocional.
Trastornos fóbicos: consiste en un miedo irracional, ilógico y desproporcionado ante ciertos objetos o situaciones que normalmente no deben producir esa reacción. A consecuencia de ello la persona evita las situaciones en las que están presentes los elementos que disparan su fobia.

Estos diagnósticos se agravan cuando se les añaden otros problemas como consumo de drogas y alcohol, retraso mental, problemas familiares, desempleo prolongado, ausencia de amigos, etc. Más información en www.psicomotivacion.com
Otras “enfermedades” menos comunes y que., sin embargo, no dejan de tener un trazo de diferenciación son:

Tricotilomanía

Es un mal que padece cerca del 1% de la población. El sujeto arranca compulsivamente el pelo de cualquier parte del cuerpo: cabeza, cejas, pecho, zona púbica…
Ceguera al movimiento

La persona  ve bien los objetos estáticos, pero no percibe el movimiento. Si echa el café en una taza, capta sin problemas la cafetera, el plato, la taza… pero el chorro aparece ante sus ojos como una columna helada e inmóvil.
Koro

Es un tipo de trastorno mental que sólo se da en la China. El enfermo cree que su pene se va reduciendo progresivamente hasta invaginarse en el abdomen y causar la muerte.
Amok

Se da en la isla de Java e Indonesia, es un trastorno en que el individuo, tras sufrir una fuerte vergüenza social (generalmente se da en hombres), empieza a correr sin cesar destrozando todo lo que encuentra a su paso. Normalmente el resto de la población lo acaba matando por ser un peligro.

Sindrome de Capgras:

El enfermo es incapaz de identificar rostros. Por ejemplo, al poner a su propio hijo delante, el enfermo no consigue reconocer la imagen y hacer una percepción afectiva de la persona, por lo que cree se trata de un desconocido. Por lo visto, esto es debido a algún tipo de desconexión entre la memoria afectiva y el mecanismo físico del reconocimiento visual.
La única manera de identificar a la persona es a través del su voz, pero a partir de que se sufre esta enfermedad, la relación con las personas cercanas se hace muy difícil ya que el enfermo no puede demostrar el correcto afecto y cariño por las personas que "no conoce". Hay una derivación de esta enfermedad que consiste en que el enfermo no puede reconocer un rostro en su totalidad. Cuando mira una cara, por ejemplo sólo puede ver unos labios... una nariz... un ojo... de forma independiente, pero no todo junto y reconocer el rostro.

Sindrome de Tourette:

El enfermo padece tics compulsivos de diferentes tipos. Desde tics físicos a vocales. En el caso de los vocales el enfermo es incapaz de controlar los sonidos que emite. Por ejemplo, en algunos casos el enfermo no puede parar de decir tacos en todo momento; trastorno al que se le llama coprolalia. En muchos casos tiene un componente genético.


Sindrome de Korsakov:

Generalmente deriva en los alcohólicos. Debido a una lesión cerebral el enfermo tiene amnesia. Recuerda con dificultad hechos que han pasado en medio-corto plazo. Sólo es capaz de recordar cosas ocurridas tiempo atrás, hasta el punto que el enfermo cree que los días no pasan y cree que vive justo el día antes de padecer la enfermedad.

Anasognosia:

Aparece cuando se sufre un traumatismo que daña la parte derecha del cerebro y de este modo paraliza la parte izquierda del cuerpo. El enfermo cree que su parte paralizada funciona correctamente. No se da cuenta de la parálisis.
Si por ejemplo intenta atarse un zapato el enfermo sólo lo hará con una mano pero creerá que lo está haciendo con las dos.


Negligencia hemisférica:

El enfermo sólo puede ver la mitad de las cosas. Es un deterioro de los centros visuales de uno de los lados del cerebro. Por ejemplo, si se les da una libreta para que escriban, sólo lo harán en uno de los lados. Si se les ofrece comida, sólo se comerán una mitad del plato.

En fin, cientos de rarezas que, si la Naturaleza las “permite”, habría que pensar en una “selección natural psicológica”. ¡¡Saquémosle ventajas!! NO HAY MINUSVALÍAS, sino DIFERENCIACIÓN. En esta línea estamos trabajando para convertir a estas personas en la “punta de lanza” de nuevas líneas de desarrollo humano.