Jerez sin bodegas (por Lucía García García)
Jerez de la Frontera, una ciudad llena de encanto, conocida por sus caballos, sus vinos, sus bodegas… ¿Sus bodegas? ¿Dónde están yendo a parar sus centenarios cascos de bodegas?
El comercio del vino quizás no esté en su mejor momento, pero existe un patrimonio cultural y arquitectónico que los jerezanos deberíamos de proteger y conservar. Las bodegas son características y forman parte de nuestra ciudad, por lo que deberíamos, al igual que cuando palacios o iglesias se van deteriorando, se restauran o conservan, al menos sus fachadas. Estas construcciones a lo largo de los años, podrían alcanzar un valor incalculable y además deberíamos conservarlas para que las futuras generaciones las disfruten y la historia de Jerez se conserve intacta.
La Calle Pizarro ya no será la misma, ya no será esa calle austera, recorrida de interminables paredes con grandes ventanales, por donde emanaban el frescor de las bodegas y su aroma a vendimia. En su lugar edificarán simples pisos modernos. Como hace ya años, existía otra zona de la misma bodega, adornada de jardines con rosales y bellas flores. En su lugar hay pisos y unifamiliares, y solo se conserva un pequeño parque con enormes pinos, el Parque Sandeman.
En conclusión y para finalizar, creo que el Ayuntamiento de Jerez debería de proteger estos antiguos edificios que dan identidad a nuestra ciudad, pues cada vez quedan menos , y hacen valer dicho patrimonio y nuestra historia.
Lucía García García

































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