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Redacción
Jueves, 02 de Junio de 2022

Ganar perdiendo (por Jorge Manuel Molina Sánchez)

La atiquifobia es un persistente, anormal e injustificado miedo al fracaso o a equivocarse. Esta palabreja esta presente en multitud de personas hoy en día. Existe una idea equivocada sobre el éxito, agraciada también por una educación con una visión a corto plazo y que no fomenta la búsqueda y el seguimiento de tus propias metas o el emprendimiento, se infravalora el fracaso y se elige el camino placentero. Fracasar es parte del camino, por ello hay que lidiar con él para poder avanzar.

 

Vivir en una sociedad capitalista y avariciosa concierne a la población en una sensación de presión social y competición constante, lo que a su vez trae estrés y ansiedad (problemas tan comunes actualmente, se estima que el 4,4% de la población lo padece), provocando que las personas asocien el trabajo directamente al dolor o al malestar generando una sociedad cada vez más conformista y evasiva. El ocio sustituye el esfuerzo, malinterpretando los valores de la ética y del trabajo como si de un castigo se tratase cuando es en ellos donde de verdad se encuentra la realización personal y no en el placer vacío de estar tumbado sin hacer nada.

 

El avance social, económico y cultural de los últimos años habilita a las personas a una mayor facilidad en cada una de los quehaceres de la vida. Nos hemos convertido en una sociedad adicta a lo inmediato y reluctante a lo tardío, aunque sea en el donde se encuentre la mayor calidad de los frutos de un trabajo.

 

Entonces, según mi opinión, debería el trabajo siempre llegar al éxito, en realidad esto no tiene porque ser así. Factores como la suerte o tu situación de partida influyen directamente en tus logros, pero algo no puede influir si no se empieza ese, cero multiplicado por cualquier número es cero. Es en tu predisposición y en tus esfuerzos donde se crea la posibilidad de llegar a tu meta y aunque no llegues a cumplirla, si de verdad hiciste bien tu trabajo, solo tendrás que mirar hacia atrás y verás qué otros frutos habrás logrado.

 

No hay victorias sin fracasos, por ello, el miedo a este es incoherente. Lucha por tus sueños y durante el camino te darás cuenta de ello, y si no logras lo esperado entenderás que el proceso en sí ya ha merecido la pena.

 

Jorge Manuel Molina Sánchez

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