La jornada del Jueves Santo, de gran devoción en la villa de Rota, fue plena desde el momento de su salida con un ambiente por las calles que ya hacía presagiar que Nuestra Señora de los Dolores y el Santísimo Cristo de la Caridad no iban a estar solos en ningún momento de su estación de penitencia. Una salida procesional que se ha podido completar gracias a unas condiciones meteorológicas que han acompañado todo el día.

El conjunto iconográfico que muestra a una dolorosa al pie de la cruz con su hijo en el regazo tras ser crucificado, salía puntual por la capilla de la Caridad donde la Hermandad de los Dolores tiene su sede canónica. Comenzaba a desfilar el cortejo que este año estaba compuesto en total, por unos 150 hermanos, incluyendo la cuadrilla de costaleros que en esta ocasión estaba guiada por las órdenes de dos capataces que se estrenaron en el papel tras más de 25 años haciéndolo Pedro Merino. Para este Jueves Santo, Manuel Acuña y Rafael Linares fueron los ojos de una cuadrilla que disfrutó llevando a Nuestra Señora de los Dolores y al Cristo de la Caridad por los rincones de la villa. Aunque iban debajo del paso, eran conscientes de lo que llevaban sobre sus hombros y en más de una ocasión fueron partícipes de  la alegría que se respiraba en las calles y recibieron más de un aplauso en momentos puntuales. Y es que tras la pandemia, aunque el tiempo de espera ha sido mayor de lo habitual, ha multiplicado las ganas de ver a los titulares.

Este año como novedad, además de las potencias que llevaba el Cristo de la Caridad, se pudo ver dentro del cortejo una insignia que a partir de ahora tendrá siempre un lugar destacado en cada salida procesional. Se trata del Libro de Hermanos Difuntos que la junta de gobierno que preside el hermano mayor Manuel García, decidió elaborar depositando en él la ficha de hermanos de Los Dolores ya fallecidos, aquellos hombres y mujeres que con su devoción transmitieron su fe a otras generaciones para que la hermandad siguiera creciendo.  De hecho, la virgen de los Dolores suele ser de las más seguidas y genera devoción en muchos roteños que depositan en ella sus plegarias.

En una tarde como la de ayer, esa fe se mezcló con esa otra parte de la ciudadanía que simplemente, disfruta del trasiego de personas por el centro y del espectáculo cultural, más allá de la religión, que también supone sacar los pasos a la calle. Por eso, Rota dejaba una estampa llena de gente en una tarde que es antesala de la Madrugá, con la que poco a poco, se va llegando a la recta final de esta Semana Santa 2022.

La Hermandad de los Dolores procesionó a buen ritmo hasta su recogida, este año, con 400 metros más de itinerario para facilitar un discurrir más fluido y permitir a los ciudadanos tener más lugares donde verla pasar, cogiendo por primera vez, por la avenida San Fernando (ya lo hizo en una ocasión anterior, pero fue obligado por unas obras, este año lo hicieron a conciencia). 

Hasta su recogida, muy puntual, con una Cruz de Guía llegaba de nuevo a una plaza de Andalucía llena de público sobre las 23.15 horas, el paso de la virgen de Los Dolores se lució los últimos minutos con tranquilidad, disfrutando con los sones interpretados por la banda de música de la Hermandad de la Salud, de Barbate, que este año acompañó por primera vez al paso del Jueves Santo.

Nuestra Señora de los Dolores volvía a Caridad con la satisfacción de haber lucido en una jornada espléndida.

** Recuerda antes de pinchar en las fotos para ver la galería, dale al final de la noticia a "Cargar más imágenes" para que  puedas verlas todas.