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Redacción 4
Miércoles, 16 de Febrero de 2022

Diario del año del coronavirus

El género y el número... de diputados

por Balsa Cirrito

[Img #160293]El abrazar una causa noble no convierte a quienes la abrazan en seres de luz. Vamos, que se puede estar en contra de la guerra, de la discriminación racial y de la caza de las ballenas y ser un gilipollas, mejorando lo presente. Por ejemplo, supongamos que soy pacifista. Ser pacifista es intrínsecamente bueno, ¿no? Ahora bien, si soy pacifista puedo ser al mismo tiempo un gilipollas. Incluso puedo ser un hijo de puta y un pacifista a la vez, que son dos cosas que no están reñidas.

           

Digo esto porque desde hace algunos años existe un elevado número de causas nobles y respetables (feminismo, ecologismo, antirracismo, lucha contra la homofobia…) a las que a menudo se acoplan numerosos descerebrados. Por supuesto, no se trata de una cosa nueva, y es algo que ha pasado siempre, que el descerebrado se arrime a una buena causa y termine perjudicándola; el problema (y esto si es más novedoso) es que a estos descerebrados, cuando pronuncian descerebridades, ahora, en nuestros días, nadie les dice ni mu. Si un descerebrado ecologista (que no es lo mismo que ecologista descerebrado) suelta una gilipollez, nadie le dice que es un gilipollas o un tonto del haba, salvo los de extrema derecha, que dicen de todo a todo el mundo; como un progresista que se respete nunca quiere coincidir con la extrema derecha, pues andamos escuchando tonterías indecentes que son aceptadas por un número enorme de gente de izquierda para no tener nada en común con voxeros y yerbas parecidas (ya lo decía Gregorio Marañón: el temor más grande de un izquierdista es que lo confundan con un derechista).

         

Uno de estos absurdos que parece que va siendo unánimemente aceptado es la idea de los géneros. La ideología de género es tan absurda que cuesta trabajo creer que se le haya ocurrido a alguien mentalmente sano. Básicamente nos dice que somos lo que creemos ser. Si eres hombre, pero te sientes mujer, es que tu género es femenino. Esto es objetivamente estúpido. Si yo me considero un caballo, como el protagonista de la excelente Equus de Peter Shafter, ¿soy un caballo o soy un zumbado que se cree un caballo?

           

Pero voy más lejos. Mucho más lejos, dónde va a parar. ¿Qué es sentirse hombre o sentirse mujer? Personalmente no tengo ni idea. Salvo mejor opinión, soy hombre, y en mi vida me he “sentido hombre”, menos en el hecho objetivo de que me gusten las mujeres; me pregunto, por tanto, ¿qué experimentan aquellos que se sienten mujeres? O, por lo que me atañe, ¿cómo se siente la hombría? Y, cuando me lo pregunto, tengo miedo a la respuesta, sobre todo porque esa respuesta presenta un panorama terroríficamente machista.

           

Normalmente, quienes se ven a sí mismos como mujeres desean tener enormes tetas (no se lo reprocho), vestir faldas, ponerse collares ostentosos, lucir pestañas del tamaño de los abanicos y besar con labios de rojo carmín como un lacre. ¿Es eso ser mujer? Guau.

           

Y digo guau porque, y no hay que ser muy susceptible para verlo, lo que están haciendo es perpetuar el modelo de mujer al que por otro lado estamos tratando de desterrar. Nos pasamos la vida diciendo que a las mujeres hay que despojarlas de ciertos estereotipos, que estos son malos e injustos para ellas, y resulta, a la postre, que esos mismos estereotipos resultan sin embargo buenos para los que no son mujeres, pero quieren convertirse en mujeres. Si le encuentran la lógica, levanten la mano…

           

No veo ninguna mano levantada.

           

Por supuesto, todo este maremágnum proviene de un extraño tótem contemporáneo que acoge la izquierda con el mismo amor que la loba Luperca acogió a Rómulo y Remo. La izquierda actual adora las identidades. Cuanto más identitarios seamos, mejor. Identidad local, regional, sexual, espiritual, religiosa, culinaria, estética… Minimalismo donde antes había internacionalismo. No creo que sea exactamente un adelanto. (Debo decir que esta izquierda no tiene nada que ver conmigo, que no es la izquierda en la que yo me formé, la de, por poner dos ejemplos muy distantes y que me marcaron, cada uno a su manera, Pérez Galdós o Isaac Asimov).

           

Me he puesto a buscar, pongamos, por ejemplo, el número de identidades sexuales o géneros reconocidos. Seguro que no lo adivinan. ¿Cuántas? No, más, más, más… Ni más ni menos que 112 identidades sexuales. ¿112 géneros? ¿Estamos tontos? Tal y como yo lo veo (salvo algunos casos clínicos) existen tres posibilidades. Te gustan los hombres. Te gustan las mujeres. Te gustan los hombres y las mujeres. Fin del catálogo. Pero ahora hay géneros tan pintorescos como uno, cuyo nombre no recuerdo ni tengo interés en recordar, que afirma que unos días te gustan las mujeres (solo las mujeres) y otro los hombres (solo los hombres). O sea, un día me levanto Manolo y otro Penélope. Y llega alguien y nos dice que se trata de una opción respetable y perfectamente natural. Si yo me levanto un día y me creo que soy Manolo y otro día Juan, me mandan al psiquiátrico; por lo que se ve que el truco es cambiar el Juan por Penélope y todo arreglado.

           

Lo más preocupante de todo esto es que en la bancada progresista casi nadie pone en duda la ideología de género, pese a la tendencia machista de esta. Nadie arremete contra la ficción genérica pese a su absurdo intrínseco. Vox acaba de conseguir unos muy buenos resultados en Castilla y León, y, en general, la derecha y extrema derecha han apalizado a la izquierda y extrema izquierda en esas elecciones. Y esto, unos días después de aprobarse una excelente ley que favorece a los trabajadores, con el apoyo de los empresarios, que es algo casi nunca visto. Con una gestión de la pandemia que, a la postre, está resultando de las más destacadas del mundo. Con unos datos económicos muy buenos, los mejores que ha tenido España en muchísimos años. Lo lógico sería que la izquierda ganara las elecciones de calle. Si no lo hace, que no busque culpables raros, que está muy claro cuál es el problema, y es un problema bastante tonto.

           

Y una pincelada más, ya que estamos. Podemos, partido del que nunca he sido lo que se dice un fan, puede pasar a la historia como el partido más triste que haya existido. Podemos no se está yendo al garete por lo que hace. Se está yendo al garete por lo que dice. Si los de Podemos fueran mudos, para mí que tendrían veinte diputados más. Como digo, es muy triste que te la pegues por ser un bocachanclas, por entrar al trapo a cualquier modernez o identidad sin preguntase si la modernez en cuestión es una chorrada. Y si bien es cierto que no me gusta Podemos, menos todavía me gusta que se vayan a tomar uvas. Pero me temo que no se enteran. Después de las elecciones de Castilla y León, le preguntan al único diputado que ha conseguido la formación acerca de las razones de la debacle, y va el hombre y contesta: “lo que tenemos que hacer es profundizar en las políticas de izquierda en nuestros ámbitos de gobierno para que los ciudadanos y las ciudadanas las perciban”. Para mí que este sigue en Babia, provincia de León.

 

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  • ROBERTO

    ROBERTO | Domingo, 27 de Febrero de 2022 a las 08:16:46 horas

    Habla uno que dice no sentirse roteño!!!! Se le ha ido lo poco que le queda de cordura. Cómo vas a comparar el sentirte caballo a sentirte mujer... Se le llama disforía de género cosa que espero que nunca tengas que pasar o a tus seres queridos... precisamente por gente tan incomprensible como tú, estas personas no son comprendidas y constantemente marginadas...
    Deja a la gente que se identifique como le de la gana, es que hacen daño a alguién? Aquí el único que hace daño son tus comentarios contra el colectivo LGTBQ+... vaya verguenza tener profesores de esta índole y aspirantes a escritores... El hecho que seas profesor de lengua no significa que seas buen escritor!!! A lo visto me refiero... Tus comentarios son ofensivos hasta para las mujeres... pero yo creo que busca más la pólemica para resaltar porque con sus cualidades personales está muy cortito... frustración dirían otros grandes pensadores´
    La frustración y el amor no pueden existir en el mismo lugar, al mismo tiempo”. Jason Mraz

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  • Poca prensa

    Poca prensa | Miércoles, 16 de Febrero de 2022 a las 21:17:10 horas

    ¿Que nadie se atreve a criticar los "excesos" de pacifistas, feministas, ecologistas...? ¡Pues no hay nada más que uno! Vargas Llosa, Javier Marías, Pérez Reverte, Soto Ivars, Jiménez Losantos, Arcadi Espada, Jorge Bustos, Víctor Lenore, José Balsa....

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  • Rebelderota

    Rebelderota | Miércoles, 16 de Febrero de 2022 a las 16:28:16 horas

    Lo que importa es que todos somos personas sin identidad género , pero hoy en día los únicos que defienden el derecho de las personas sin entrar en género sino en la Justicia es Falange Española de las JONS.

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  • Neva

    Neva | Miércoles, 16 de Febrero de 2022 a las 13:33:32 horas

    Bueno, se podría añadir un cuarto genero u opción a los tres que bien has reseñado : No te gustan ni los hombre ni las mujeres. El sexo de los ángeles , como dirían algunos.

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