Los cambios en el tráfico de la calle Inmaculada Concepción, que desde ayer ha pasado a tener un solo sentido de circulación, y que con motivo de las obras de  remodelación de la calle Buenavista y Lope de Vega, queda cortada a la circulación en las horas punta de entrada y salida escolar, han beneficiado en parte, a los alumnos del colegio San José de Calasanz que pueden acceder a su centro educativo de una forma más segura. De hecho, la medida ha ayudado a la descongestión de coches en la puerta principal en los momentos claves y eso ha permitido que un tramo de calle, de espacio público, se haya recuperado para el juego. Aunque solo son unos 25 minutos, los niños lo aprovechan. 

La mejor estampa se ha visto hoy, miércoles, cuando al término de la jornada escolar, toda la comunidad educativa ha participado de juegos tradicionales en la calle, como la comba.

La iniciativa fue espontánea y no tiene nada de reivindicativa, más bien de celebración por poder disfrutar de una salida del cole más segura sin coches y sin riesgos para el alumnado, aunque no deja de ser una imagen que muchos defienden, con entornos escolares seguros para todos, sin coches que pongan en peligro la seguridad de padres y alumnos.

Hoy a las dos de la tarde, el tramo de la calle Inmaculada Concepción frente a Calasanz, era lo más parecido a una zona de juegos con padres, profesores y alumnos jugando. Han sido solo unos minutos, porque el tráfico solo se ve interrumpido de 13.45 a 14.15 horas, pero les ha dado tiempo suficiente para despedir el día lectivo saltando a la comba. Un espacio público recuperado para el juego, aunque solo sea media hora al día.