La de Francisco Aguilar, Paco,  es una historia de superación, de sacrificio y de esperanza. Hace un año estaba en estado casi vegetal en una cama, su cerebro no conectaba con su cuerpo, no hablaba, no se podía mover, no conocía a su familia, se olvidó de caminar, de los números, de las letras y de todos los conceptos que en sus 40 años de vida, había adquirido como cualquier persona normal.

Un accidente cardiovascular derivó en un accidente cerebrovascular y ese fue el detonante que lo obligó a parar. La vida estresada que llevaba como ferrallista, que prácticamente lo tenía trabajando todo el día, desde las 4.30 horas que salía de su casa desde Rota hasta las 20.30 horas que no volvía tras recorrerse la costa de Málaga, se paró en seco. En enero de 2021 le dio un infarto, que se repitió, y su cerebro, hasta que llegaron los servicios sanitarios para atenderlo, estuvo entre 18 y 20 minutos sin oxígeno. Lo que podría haberlo dejado muerto en el acto, lo superó, pero las secuelas fueron desastrosas. Paco estuvo cuatro días en coma, en la UCI, y al quinto día abrió los ojos. Para su familia fue un hilo de esperanza, pero no, Paco no se movía, tenía la mirada fija, no hablaba y los médicos le indicaron a su mujer, Noelia, gran luchadora en esta historia, que se fuera despidiendo de su marido o que se acostumbrara si se mantenía vivo, a verlo en estado vegetativo.

Fue un hachazo en toda regla. No había esperanza desde el punto de vista médico y ni siquiera probaron con algo de rehabilitación. Su mujer, en cambio, se negaba a darlo por perdido. En los pequeños movimientos que hacía su marido, ella veía algo que los médicos indicaban que solo eran movimientos involuntarios, así que con un tratamiento para combatir convulsiones, relajantes y poco más, Paco llegó a Rota, a su nueva vida, ajeno a lo que había sido hasta entonces.

Es cuando en esta historia de mucha lucha y superación, entra en juego Sergio Neva, readaptador o profesional de la actividad física, que basa su trabajo en la Ciencia del Deporte, en la readaptación física para que el paciente se recupere de lesiones  o en la reeducación para enfermedades neuronales, metabólicas o del sistema nervioso.  La Ciencia del Deporte es una disciplina que estudia cómo funciona el cuerpo humano sano durante el ejercicio, y cómo el deporte y la actividad física consiguen que las neuronas funcionen mejor.

Él fue la única persona, cuenta Noelia a Rotaaldia.com, que le dio el 1% de esperanza que ella necesitaba para tirar hacia adelante con la nueva situación de su marido, en un grado de dependencia total.  Conocía a Sergio desde pequeño y sabía de su formación porque venía tratando desde hacía tiempo a su abuela a raíz de un ictus. Ella solo le propuso que viera a Paco, lo valorara, y Sergio lo hizo, no sabía muy bien qué podría sacar de ese hombre postrado en una cama en modo vegetal, pero se propuso el reto y entre los tres, porque esto es un trabajo y una historia de equipo, han dado en solo un año, un paso gigante.

Rotaaldia.com estuvo la semana pasada, junto a Sergio, en casa de Paco y Noelia para conocer su historia. Si no fuera por los vídeos que se han ido grabando de los avances de este malagueño, vecino de Rota desde hace cuatro años, quien no haya visto a Paco hace un año, no pensaría que un hombre al que prácticamente los profesionales médicos desahuciaron a estar en una cama sin moverse, esté como ahora. Paco, con dificultades, habla, corre, hace sentadillas, ejercicios de fuerza y atiende órdenes. Tiene buen ánimo, y hasta sentido del humor. Él mismo reconoce que no sabe qué le pasa a su mente, se bloquea porque no alcanza a razonar lo que le está pasando, pero está motivado para seguir su avance.

En Sergio, al igual que su mujer, ve a su salvador, su amigo, su confidente y hasta su psicólogo. Es la persona que, con su terapia, lo ha hecho levantarse de la cama y lo está ayudando desde sus conocimientos profesionales, a volver a ser lo más parecido al hombre de 40 años que era. Todavía le cuesta seguir órdenes, se desorienta en su propia casa y solo reconoce algunos espacios comunes. Al menos, ya va al baño solo, come de forma independiente y puede seguir la trama de algunas películas o programas, no todos, porque su mente se aturulla aún. Pero el avance es importante. Antes solo veía imágenes sin conexión.

Noelia ha sido un pilar fundamental en todo esto porque Sergio, aunque defiende la Ciencia del Deporte y la labor del readaptador en lesiones de este tipo u otras físicas, sabe que sin la ayuda de la mujer que ha sido los pies y manos de Paco en todo este año, su trabajo no habría sido tan fructífero.

Paco recuerda este año como algo duro. Cuando llegó a su casa tras un mes y medio hospitalizado y sin apoyo de ningún médico que confiara en una mínima recuperación, cuenta a Rotaaldia.com que veía las caras de sus familiares y no los reconocía. Era un mundo interior que no sabe explicar, en el que veía objetos y personas pero sin identificarlos. De hecho, tiene dos hijos, pero como los veía por separado, pensó durante un tiempo que solo tenía uno. Nadie sabía cómo funcionaba su cerebro, y cuenta como anécdota el día en que le pusieron a  sus dos hijos juntos, le costó entenderlo, no se lo creía. Por eso, el trabajo que ha venido haciendo Sergio con él ha sido de mucha estimulación neuronal a través del deporte. Entre los momentos que cuenta a este medio para ponernos en situación  e intentar explicar qué ha pasado en el cuerpo de Paco, recuerdan  el día que fueron a la playa a hacer algunos ejercicios. Él no la recordaba, pero cuando entró en el mar le vino un flash de su vida anterior, y poco a poco, a fuerza de pequeños pasos, su amnesia ha ido a menos, pero no al 100%. Aún no recuerda el día de su boda o el nacimiento de sus hijos, ni otros tantos momentos vividos en sus 40 años. 

Un reto conseguido gracias a la ciencia del Deporte

Para Sergio, fue todo un reto. Nunca antes había trabajado con alguien en el estado de Paco. Desde el principio le dijo con sinceridad a Noelia que no sabía muy bien qué podría conseguir, pero lo iba a intentar, y con eso, para ella, era más de lo que le habían dado hasta ese momento. Sergio apostó por la estimulación, aunque el 90% de los movimientos de Paco eran espasmos al principio, uno de cada diez era voluntario, siguiendo las órdenes de este readaptador, y eso, animó a Sergio a seguir. Fue un proceso difícil porque Paco no lograba concentrarse más de un minuto seguido, por eso, al principio, las sesiones eran muy cortas, le provocaban fatiga mental, se bloqueaba y se sentía impotente. Ahí entraba, y entra en juego, el papel destacado de su mujer, que recibía las pautas de Sergio para trabajar con él el resto del día. Ahora Paco la acompaña a la compra y ella le da pequeñas órdenes como coger algún artículo que Paco debe identificar y llevar al carro. Son pequeñas batallas ganadas en una dura contienda.

Al principio, los movimientos eran sencillos. Paco debía seguir una orden, por ejemplo, tocar la mano de Sergio y su cerebro debía buscar la mejor forma de hacerlo. A veces tardaba minutos en ejecutarla, o no lo conseguía, hasta que lo superó. Sus neuronas empezaban a despertar. Y así, poco a poco, con el deporte de fondo, también empezó a caminar. Primero empujando con su pie la palma de su entrenador y consciente del movimiento, pasado un mes,  tomó la decisión de querer levantarse de la cama y volver a dar sus primeros pasos. En cuatro meses, ya estaba corriendo. Antes, hubo que enseñarle qué era el suelo porque lo notaba bajo su planta, pero no lo identificaba.

Tras eso, y con mucho de ensayo-error,  vino saber ir al baño, levantar la tapa del WC, reconocer los números, (especialmente el 8, donde vive), los colores... y poco a poco ir venciendo esa limitación neuronal a base de órdenes relacionadas con la actividad física. En este año de entrenamiento con su readaptador, ha conseguido moverse aunque con limitaciones en su casa, pero por ejemplo, cuando acompaña a su mujer a llevar a sus hijos a los entrenamientos, no sabe cruzar un paso de peatones. Sabe que puede hacerlo, pero no es capaz de conectar esa orden de su cerebro para que su cuerpo la ejecute. Lo importante, es que hay un amplio margen de mejora y a la vista está porque Paco es de esas personas que representa la lucha, y su mujer y Sergio, la esperanza: una por amor, el otro por deformación profesional.

En la conversación con Rotaaldia.com, Paco no tiene más que palabras de agradecimiento para ambos, y aunque su grado aún de dependencia le genera mucho sufrimiento, la mayoría de los días se siente bien.  Recuerda que era ferrallista, y los trabajos que realizaba con las armaduras metálicas para las construcciones, pero a día de hoy, no sabe cómo hacerlo. Lo tiene en su memoria pero no es capaz de ejecutarlo, como otras tantas acciones. La parte positiva, es que tiene buen ánimo y sobre todo, el apoyo de su familia, de su mujer, que en este año, se ha olvidado de ella misma para pensar solo en la recuperación de su marido y en el bienestar de sus hijos. Es el síndrome del cuidador, pero ella está feliz con los avances que ve y sobre todo, agradecida a Sergio de que le diera aquella esperanza que necesitaba para tirar hacia adelante con la nueva vida que se le vino encima.

La actitud de Paco, la confianza de Noelia y los conocimientos de Sergio basados en la ciencia del Deporte, han sido un tándem excelente. Sergio reconoce que el tipo de terapias aplicadas a ciertos problemas son nuevas y no hay mucha confianza en su éxito, pero trabaja con personas con parkinson, ictus o lesiones importantes que han acabado dando muy buenos resultados. Su planteamiento como readaptador es, si duele un brazo, un hombro, un tobillo o hay una lumbalgia,  está bien ir al fisio, pero sus conocimientos le indican que a través del deporte, es mejor trabajar para reforzar esa zona dañada a base de ejercicio. Si algo duele al coger peso, no hay que dejar de cogerlo, hay que enseñar al cuerpo cómo hacerlo para que no duela.  Es como se consigue la recuperación.  Un relajante puede calmar el dolor, pero a la larga volverá a aparecer. Por eso, esta ciencia, que es nueva, todavía tiene en frente mucha reticencia. Sin embargo, Sergio está convencido de que si la medicina tradicional trabajara de la mano con el deporte, los resultados en pacientes serían mucho más exitosos. Lo de Paco no ha sido un milagro, ha consistido en atajar su problema desde otra perspectiva, readaptando su cuerpo. Desde el ejercicio está mejorando su cerebro.

Sergio Neva perteneció a la primera promoción de licenciados en Ciencias de la Actividad Física  y el  Deporte de la Universidad de Cádiz (UCA) y tuvo la suerte, como él mismo dice, de tener como profesores a grandes profesionales de los que aprendió mucho; luego ha continuado formándose con varios grados especializados y trabaja con niños en el Centro Inglés como profesor de Educación Física, algo que le vale también para entender el perfil de los menores, a veces, aplicable a personas con otros problemas. Sus experiencias en el extranjero (China, Alemania...) le ayudaron a abrir su mente y con ello, poder adaptarse a sus pacientes. Paco fue un reto, y tras él, atiende a personas con derrames cerebrales, fibromialgia, operaciones de colón, etc., con todos, lo primero, es conocerlos para poder comunicarse de la mejor manera posible e individualizar la terapia. No se puede funcionar bajo el mismo patrón en todos los casos,  reconoce este roteño, recordando que con Paco, esos inicios fueron quizás, lo más complicado hasta entender su mente para poder trazar el plan de trabajo.

En este sentido, Sergio piensa que si Paco hubiera contado en este tiempo con un profesional de la medicina, conocimientos que él no tiene, entre los dos, la recuperación sería mucho más rápida, porque él estimula las neuronas para que el cuerpo elija la mejor opción para resolver el problema, pero en realidad, no sabe el daño neuronal que existe. Tampoco su mujer, porque dado que a Paco lo dieron por desahuciado, en todo este tiempo, no le han mandado a ni un solo especialista. Es ella la que lucha porque lo vuelvan a ver y controlen los daños actuales, que no son ni de lejos, los que tenía hace un año.  De hecho, en una de las pocas visitas que han tenido al hospital, vieron al médico que lo atendió en la UCI y cuando vio a Paco caminar, lo tildó de milagro. Afortunadamente, las ganas de Paco, dice Sergio, han contrarrestado la falta de profesionales médicos a su lado.

Tras más de una hora de charla, despedimos a Paco iniciando la sesión de entrenamiento con Sergio. Empieza con estiramientos, movimientos de fuerza, sentadillas y finalmente, con carreras cortas a buen ritmo. Le pedimos desde Rotaaldia.com que levantara el pulgar en señal de éxito para una foto mientras corría, y aunque le costó entender la orden, lo consiguió tras unos minutos y, esa, es la imagen perfecta de la superación.

Os dejamos un vídeo que Sergio subió a sus redes hace unas semanas para demostrar los avances de Paco.