Por un mundo mejor (por Manuel Carmona Curtido)
Dice una de esas frases que circulan por internet que “somos el resultado de los libros que leemos, los cafés que disfrutamos, los viajes que hacemos y las personas que amamos” yo diría aún más, los libros que no leemos, los cafés que posponemos, los viajes que no realizamos y las personas que detestamos también inciden en la persona que realmente somos. De alguna u otra forma nuestra realidad se conforma por la influencia de lo que nos rodea, por lo que podríamos llegar a la conclusión de que si a nuestro alrededor existe la armonía, nosotros tendremos una existencia placentera.
Siempre he defendido que nuestra personalidad, nuestros intereses, nuestros gustos, en definitiva, nuestra realidad se construye en sociedad, por lo tanto, cuanto más justa, amable y equitativa sea ésta, mejores personas seremos.
En estas fechas, los deseos de hacer el bien se multiplican, se proponen nuevos y loables objetivos para el año que comienza, lamentablemente un sistema que se basa en la exaltación del egoísmo individual (no lo digo yo, lo dice Adam Smith en “La Riqueza de las Naciones”) en poco tiempo acabará aplastando todos esos buenos objetivos y el rodillo de la realidad del día a día nos aplastará nuevamente.
De todas formas, mientras el “espíritu navideño” aparezca, al menos, una vez al año, existe la esperanza de que el ser humano, vuelva a ser el que fue (parafraseando el himno de Andalucía), no en vano todos los historiadores coinciden en que el ser humano ha evolucionado socialmente con mayor velocidad cuando ha colaborado entre sí, lo que nos hace pensar que la feroz competencia a la que nos hemos acostumbrado es “antinatural”.
La pandemia que aun sufrimos, nos ha demostrado que trabajando juntos podemos superar cualquier eventualidad, sin embargo, parece que el Grinch del capitalismo vuelve a enfrentarnos unos a otros, solo hay que ver cualquier telediario.
Me gustaría concluir, deseando que el espíritu de la navidad dure todo el año, que los buenos deseos de estos días, se cumplan en su totalidad, que las injusticias que el propio sistema genera, con el único objetivo de enfrentarnos unos a otros, desaparezcan, y que haya paz en la tierra a los hombres (y las mujeres) de buena voluntad.
Y como voluntad no falta. Tengan ustedes una Feliz Navidad.
“Al final del día, no se trata de lo que tienes o incluso de lo que has logrado. Se trata de lo que has hecho con esos logros. Se trata de a quién has elevado, a quién has mejorado. Se trata de lo que has devuelto” Denzel Washington.
Manuel Carmona Curtido

































MANUEL | Sábado, 25 de Diciembre de 2021 a las 19:32:26 horas
Yo no creo que la competencia sea "antinatural". Es más creo que el ser humano lleva la competencia en sus genes. Si así no fuera la Historia sería muy distinta ya que no hubiera habido guerras, asesinatos por ascender y otras muchas causas desde que se vivía en las cavernas. Hasta los animales por instinto compiten por la comida, también hacen uso de la competencia por el alimento.
Incluso en la antigua Unión Soviética, nada sospechosa de capitalismo, existió lo que se denominó "emulación socialista", también llamada competencia socialista, que fue una forma de competencia entre grupos de trabajo e individuos surgida en la Unión Soviética e instrumentada luego por otros estados socialistas. Como ves la competencia no es exclusiva del capitalismo.
Ya existe desde las cavernas y los Juegos Olímpicos es una muestra de la competencia entre atletas que ha llegado hasta nuestros días. Quizás con ese "antinatural" te refieras a la explotación de los trabajadores para beneficio de unos pocos, pero muy distinto a ser antinatural la competencia.
Quizás no vayas por Cáritas o por esas ONG que se dedican a socorrer a personas con carencias económicas. Trabajan todo el año, incluso en Navidad y hay muchos ciudadanos que colaboran en campañas en supermercados y con las hermandades y asociaciones. Los partidos y sindicatos no hacen este tipo de campañas, bastante tienen con mantener caliente el sillón que les da de comer.
Salud y Libertad.
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