Cada vez somos más las personas jóvenes que vemos cómo nuestro futuro cada vez está más difícil. Estamos condenadas a trabajos precarios y temporales, a no poder permitirnos pagar un alquiler y construir nuestras propias vidas y a ser el chivo expiatorio de los males de toda la sociedad.

Las instituciones nos son hostiles, pues no nos vemos representadas en ellas. ¿Cuántas personas jóvenes lideran alguno de los partidos o espacios representados en nuestras instituciones? ¿Cuántas participan en los espacios de toma de decisiones? ¿Quién piensa en la gente joven?

Por desgracia, seremos nosotras quienes tengamos que solucionar y padecer los errores de la política actual. Seremos nosotras quienes tengamos que sufrir las consecuencias del desmantelamiento de los servicios públicos, del crecimiento económico (solo para unos pocos) y de la globalización.

Aunque esto en un principio pueda parecer desesperanzador, la batalla no está perdida. Las personas jóvenes aún podemos jugar nuestras cartas. Debemos conquistar el espacio que nos niegan constantemente, luchar por que se nos tenga en cuenta, lanzarnos a las calles a reivindicar aquello que nos pertenece y, en definitiva, tomar nuestras propias decisiones.

El panorama político actual no nos favorece para nada. El viejo bipartidismo ni nos ha tenido ni nos va a tener en cuenta, el centro liberal moderno que supuestamente encarnaba Ciudadanos ha resultado ser la misma política rancia de siempre y la ultraderecha, en fin, ya sabemos que mira más hacia el pasado que hacia nuestro futuro, que es lo que nos debería importar.

Actualmente se está hablando mucho de la formación de un Frente Amplio, de la reunificación de las fuerzas transformadoras de izquierdas, de la reagrupación de las fuerzas del cambio, de la creación de la casa común de las izquierdas a la izquierda del PSOE. Todo este proceso ha sido impulsado por Yolanda Díaz, política hábil donde las haya. Podrá gustarnos más o menos su labor frente al Ministerio de Trabajo, podremos estar en desacuerdo con su estrategia y con sus logros, pero su habilidad política y estratégica es innegable.

Siendo tan inteligente como es, creo que sabrá acertar y tenernos en cuenta al reconstruir ese espacio, un espacio que nos pertenece. Creo firmemente que debemos aprovechar el tablero político actual y ponerlo a nuestro favor y que, si el Frente Amplio olvida a la juventud, se equivoca profundamente.

No quiero decir con esto que este espacio sea la panacea. Al contrario, este espacio político es y debe ser únicamente un punto de partida. Nunca debemos perder la conciencia de que Franco, y luego el Régimen del 78, dejaron todo atado y bien atado. Las instituciones les son serviles, aunque pertenezcan al pueblo y, cualquier forma que aspire a transformar nuestra realidad material afrontará numerosas trabas de los poderes económicos y del Estado que pretenden mantener el status quo, que no son pocos.

La apuesta por el Frente Amplio no debe ser nuestra única baza. Debemos crear conciencia y estructura de base, inundar las calles y salir a luchar. Solo así se avanza realmente, solo así se consiguen cambios estructurales. Si queremos futuro debemos cambiar el sistema de raíz, reconquistarlo todo y devolverlo al pueblo, que es a quien siempre debió pertenecer.

Es momento de ser valientes, de probar estrategias nuevas y no basarnos en el modelo fallido de siempre. Es momento de jugar.

Curro Polo Castellano