Ya no cuela lo de la guerra civil y el fascismo. Ya no se traga que un líder de la izquierda vaya en cochazo, tenga chaletazo y más guardaespaldas que Whitney Houston. No vale que pongas a tu colega de jefe de Correos, aunque no tiene ni idea de Correos. No gusta que uses el CIS para falsear encuestas, mentir con el dinero público y favorecer al PSOE una y otra vez. No se cansa el tío.

No pasa que la culpa de todo es de las comunidades autónomas, pero si vacuno mucho la medallita me la pongo que soy el presidente del Gobierno: “Vacunator”.

No es educado estar todo el día intentando poner zancadillas a administradores inferiores, pero nunca a las independentistas, a esas ni tocarlas, o de la cuerda progre que ahí no enferma nadie.

No agrada que intentes cargarte el Hospital de pandemias Zendal.

Molesta que tengáis 1000 asesores colmo altos cargos.

Enrojece que tengáis cuatro vicepresidencias.

Irritan ministerios como el de Igualdad, o el de Ciencia en vez de Educación y Ciencias o el de Universidades en vez de uno que englobe los tres como ha sido toda la vida.

Solivianta que después del derroche ahora vengáis a atracar al ciudadano.

Indigna que ahora queráis cobrar los peajes y las carreteras que hace dos días, como la de Cádiz-Sevilla, que están liberadas.

Joroba que queráis subir los impuestos mientras que toda Europa los baja.

Alucina que el Presidente (doctor en Economía) no sepa qué es la curva de Laffer.

Sin embargo, sí que gusta que el dinero público se gaste en hospitales como el Zendal por ejemplo para tratar el Covid.

Agrada que la presidenta viva en un piso normal y no bañada en opulencia y lujos.

Satisface que en Madrid haya solo un vicepresidente y 10 consejerías.

Complace que aún estando enferma de Covid, haya estado al pie del cañón intentando ayudar a la gente.

Regocija que les diga a todos estos aprovechados a la cara que en Madrid no venden la moto esa mala de hazme una cola y te doy una paguita.

Cautiva que haya hecho encaje de bolillos para salvar los puestos de trabajo de los hosteleros.

Cuadra que baje impuestos y sea la región que recauda más de España, precisamente porque sí sabe lo que es la curva de Laffer.

Por estas razones, entre otras, en barrios obreros como Vallecas ha ganado Isabel Díaz Ayuso y por eso, incluso líderes del PSOE como Leguina, pedían que la votaran a ella y no a Gabilondo.

No quiero yo hablar mal de Gabilondo, por lo menos ha sido educado y elegante al irse.

Ahora todos se llevan las manos a la cabeza y no dan crédito al batacazo electoral y que les haya superado un partido como Más Madrid.

Lejos de ver todas estas críticas que están en la calle, vienen Ábalos, Calvo o Tezanos con la matraca manida del fascismo y que quien no vote al PSOE lo que quiere es tomar cañas en las tabernas.

Aparte de inútiles, con mal perder.

Claro que estos resultados no son trasladables a todo el país, desde luego a los territorios indepes no son trasladables y ya se verá qué pasa, pero hay una cosa que es una verdad innegable: España le debe una a Ayuso por eliminar del mapa a Pablo Iglesias.

Ahora hay vuelos baratos a Venezuela. A ver si con un poco de suerte coge uno.

Solo ida.