Tras el día de relax que supone para la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Rota la jornada del viernes, los rocieros roteños vivieron en la tarde del sábado uno de los  momentos que marcan la peregrinación y estancia en la aldea de Almonte. Desde muy temprano, las hermandades filiales comenzaron su presentación oficial ante la Blanca Paloma, un acto  importante para los romeros que esperaban con devoción el encuentro. A primera hora, miembros de la hermandad se disponían a terminar de adornar la carreta que porta el Simpecado camino de la ermita donde esperaban un buen número de personas entre rocieros que hacen el camino y aquellos que aprovechando el fin de semana, se dirigen hasta el Rocío para disfrutar de esta multitudinaria romería. 

Rota, como cada año, ocupa el número 52 en ese desfile de hermandades en el que le precede la hermandad de Córdoba y le sigue la de Ayamonte. En esta presentación, obligatoria para no perder la antigüedad, la carreta del Simpecado está acompañada por los rocieros a caballo que junto a los peregrinos van ambientando el recorrido con cánticos rocieros. La hermandad roteña goza de ser una de las más antigua de la aldea, de hecho, la casa de hermandad fue la primera que se construyó, en 1649. Luego, con la guerra de la Independencia hubo un período en el que los roteños dejaron de asistir reanudando su peregrinación en 1978 manteniéndose con ello entre las filiales con mayor trayectoria. 

Aunque la presentación ante la Hermandad Matriz dura apenas quince minutos, es un momento muy especial para los rocieros ya que se presentan ante la Virgen y reciben la bendición. Tras la presentación, la hermandad roteña enfila una de las calles de la aldea y en su recorrido se van sumando peregrinos de otros pueblos que por costumbre, acompañan a los rocieros de la localidad. Una vez en la casa de hermandad de Rota, los devotos le rezaron una salve a la Virgen y dio comienzo la fiesta infantil que cada año tiene lugar en el patio dedicada a los más pequeños.

Ya hoy domingo, el día empieza ajetreado. A las nueve y media de la mañana se celebraba la tradicional Misa de Romeros, una eucaristía en la que se reúnen todos los Simpecados de todas las hermandades, algo más de un centenar. Por la tarde,  la hermandad de Rota disfruta de una homilía junto con las hermandades de Puerto Real, San Fernando, Cádiz y Sanlúcar de Barrameda, y ya por la noche, la jornada termina con el rezo del santo rosario y comienza la cuenta atrás hasta que los almonteños salten la reja y saquen a la Virgen del Rocío iniciándose así la procesión por las calles de la aldea.

Éste supone ser el momento cumbre para los peregrinos, momento de fervor y devoción para miles de personas.