El comité de empresa de Louis Berger Aircraft Services Inc (LBAS) se ha hecho eco de la resolución del Juzgado de los Social Número 3 de Jerez, que declara nulo "por vulneración de derechos fundamentales" el último despido disciplinario llevado a cabo por la concesionaria del servicio de aeropuerto de la Base Naval de Rota.

Una buena noticia que viene a dar la razón a los trabajadores que están en conflicto con la empresa desde octubre de 2016, cumpliéndose de sobra cuatro años de enfrentamiento entre las partes pese a los intentos de mediación que han existido en este tiempo.

Al final, y como muchos despidos están acabando en los tribunales, es la justicia la que está dictaminando y en este caso, lo hace a favor de un empleado que fue despedido por motivos disciplinarios el pasado 1 de agosto de 2019.

Según indica el comité de empresa haciéndose eco de la sentencia,  “la mercantil estadounidense ha sido condenada a que readmita al trabajador inmediatamente en las mismas condiciones  que  regían  con  anterioridad  al  despido  y  al  pago  de  salarios  de  tramitación  desde  la  fecha  del despido (1 de agosto de 2019) hasta que la readmisión tenga lugar”. Además, la misma sentencia hace referencia en el apartado de "hechos probados"; que el convenio de aplicación que debe regir  es el Convenio Colectivo de los Trabajadores del Aeropuerto de la Base Naval de Rota de la empresa CAV Europa  S.L. para los años 2011-2015, y sin embargo, la empresa está aplicando  a  la  totalidad  de  la  plantilla  un  convenio  colectivo  distinto  al estipulado  por  los  tribunales  españoles. Con ello, indican los representantes de los trabajadores del aeropuerto de la Base Naval, se pone de manifiesto una vez más "el incumplimiento de  las  leyes  españolas,  en  cuanto  a  materia social y salarial", algo que este comité ha venido denunciando de forma reiterada desde el principio del conflicto.

Con esta actuación, indican los representantes de los trabajadores, Louis Berger quita entre un 30 y un 35% del salario a la plantilla cuando personal estadounidense que trabaja para esta empresa "cobra por lo lo menos lo que veinte trabajadores españoles". Por ello, en los próximos días, en torno a  un  centenar de trabajadores de la concesionaria "van a formular demanda declarativa de derechos y reclamación de cantidad" en los tribunales, abriendo una nueva causa en busca de lo que entienden que debe ser justo.

En cuanto a la sentencia de la que hoy se hace eco el comité de empresa, han querido señalar que "el  trabajador  fue  despedido  porque  la  empresa  le  imputaba  haber  agredido físicamente a uno de sus compañeros". Una estrategia que según denuncian, utiliza Louis Berger para "demostrar que los trabajadores que no han segundado la huelga han recibido amenazas y agresiones por parte de aquellos trabajadores (la gran mayoría de la plantilla), que sí la secundan". Según el comité, "nada más lejos de la realidad, aquí la única agresión habida a día de hoy es la llevada a cabo por la empresa desde su poder como empresarios contra sus trabajadores, como se pone de manifiesto con los diez despidos disciplinarios llevados a cabo por LBAS desde que los trabajadores rechazaran el chantaje  del 6 de octubre de 2016", fecha en la que se rompieron las negociaciones del nuevo convenio colectivo y que de desencadenaron los primeros despidos y el inicio de este largo conflicto.

Además, los representantes de los trabajadores denuncian "la  campaña  indiscriminada de  sanciones  disciplinarias  a  más  de  19  trabajadores,  los  cuales  proceden  a impugnarlas  judicialmente,  retirando  la  empresa  las  sanciones  en  la  mayoría  de  las  ocasiones  en  los  instantes previos a los juicios, trascurriendo el trabajador varios meses, si no años, en tensión antes de que esto ocurra".

El comité de empresa quiere recordar que de los diez despidos disciplinarios juzgados y sentenciados, cuatro han sido declarados "nulos por vulneración de derechos fundamentales", dos se han declarado "improcedentes"  y otros tres despidos disciplinarios han sido conciliados en el acto de conciliación previo, ofreciéndoles la empresa la improcedencia del despido para no ir a juicio.

De hecho, en el caso de la sentencia a la que se refieren hoy, asegura el comité de empresa que Louis Berger llegó a ofrecer al trabajador hasta 70 días por año trabajado para  no  tener  que  ir  a  juicio. Con eso, finalizan, "se pone de manifiesto  que  la  falta  de  dinero  a  la  que  siempre  hacen  referencia, es otra de las grandes mentiras a las que lamentablemente nos tienen acostumbrados".