No todo el mundo puede tener acceso a préstamos avalados al 100%, y menos con las nuevas restricciones que están empezando a imponer las entidades bancarias. Desde hace un tiempo, tanto bancos como financieras han venido advirtiendo de un creciente problema de morosidad y de falta de liquidez por parte de los clientes de productos como los préstamos personales, y ya están moviendo ficha para atajarlo.

Como clara muestra de ello está el endurecimiento de los requisitos a la hora de pedir préstamos y/o créditos. Una situación lógica, dadas las circunstancias, pero que está poniendo a muchas familias en jaque. Las complicaciones económicas y, sobre todo, malas gestiones de presupuestos llevan a muchos al endeudamiento. Y el miedo a caer presa de este tipo de situaciones está creciendo ante el incierto panorama que se avecina.

Pero, ¿existe alguna forma de evitar las deudas? A veces parece imposible, pero es cierto que sí se puede. De hecho, debes saber que en ocasiones se abre una vía de acuerdo entre las partes implicadas para poder replantear otras alternativas. Desafortunadamente, no todo el mundo sabe bien cómo negociar deudas. Por lo tanto, hay que buscar todas las herramientas posibles para evitar llegar a esa situación y, en el caso de hacerlo, tener recursos para disponer de liquidez extra en caso de ser necesario.

¿Cómo evitar el endeudamiento?

En todo esto hace muchísimo la capacidad para saber gestionar el dinero. De hecho, gran parte del problema del endeudamiento viene de no saber administrar bien las cuentas, aunque hay circunstancias en las que directamente es imposible evitarlo.

Elaborar un presupuesto mensual

Ten muy claros los ingresos que entran mensualmente en las cuentas del banco y piensa en los gastos inamovibles. Una vez tengas eso, echa un vistazo al presupuesto que suelas manejar para tener muy claro el capital real del que dispones. A veces damos por sentadas muchas cosas, y eso no hace más que traer problemas cuando tenemos que afrontar algún gasto inesperado.

Elaborando presupuestos mes a mes, tendrás siempre claro cuál es tu capacidad económica real y qué tipo de inversiones puedes afrontar, como también las que no. Así ya establecerás una serie de barreras con las que evitar gastar más de lo que puedes permitirte.

Establecer una jerarquía de gastos

¿Realmente son necesarios todos los gastos que llevas a cabo periódicamente? Es cierto que hay algunos que son absolutamente imprescindibles, como el gasto en vivienda, en alimentación, en suministros... Pero, ¿es necesario comprar siempre productos de primeras marcas, o esos caprichos que soléis daros habitualmente? Quizá haya ocasiones en las que puedas prescindir de ellos.

Y la mejor forma de ver cuándo tienes que prescindir y cuándo no es establecer una jerarquía. Una pirámide en la que, en primer lugar, esté lo más importante, y vayas bajando peldaños a lo que va siendo menos y menos necesario/importante. Así, siempre tendrás lo que necesitas y, aquellos gastos que no sean tan necesarios, se podrán dejar para otro momento o, simplemente, no llevarse a cabo.

¿Tienes algún producto financiero? Repásalo

Rara es la familia que no tiene ningún tipo de crédito o préstamo solicitado. Cuando se tiene una vivienda en propiedad, es frecuente que esté ligada a un préstamo hipotecario, o que se pidiera un préstamo para pagar el coche, o cualquier cosa por el estilo. No es nada extraño, lo que sí es extraño es que se revisen las condiciones para comprobar que todo está en orden.

A veces, se dejan estar intereses abusivos o cláusulas injustas que te hacen pagar más y que, reclamando, podrían convertirse incluso en una indemnización económica. Ahorras y hasta te puedes llevar un dinero extra con el que no contabas. Repasa cualquier producto financiero que hayas contratado para comprobar que todo está en orden, porque es algo que puede inclinar mucho la balanza a tu favor para evitar deudas innecesarias.

¿No puedes afrontar un gasto? Ojea internet

Si tienes que recurrir a algún crédito o préstamo, te aconsejamos que antes pises el freno y eches un vistazo a internet. En el caso de no contar con ahorros para poder afrontarlo, siempre es buena idea recurrir a algún comparador de préstamos online para tener buenas referencias.

Así, sabrás cuáles son las mejores entidades y cuáles son los requisitos reales de los créditos, además de poder escoger con mejor criterio. Te ahorrarás problemas de intereses elevados y dispondrás de liquidez para cualquier complicación que pueda surgir.

La clave está en la organización y, en el caso de que surjan demasiadas deudas, buscar la forma de renegociarlas para intentar que su impacto sea menor. Muchas entidades se prestan a replantear condiciones en caso de que haya problemas con el cliente. La comunicación es importantísima también en este sector, y el endeudamiento es algo que se debe evitar por todos los medios, sobre todo si es elevado.