"Ciencia más allá del Coronavirus"
Frankenburguer
por Oriana Balsa
¿No tienen la sensación de estar viviendo en una película de ciencia ficción? El 2021 ha empezado tan fuerte que el tema de la pandemia casi ha pasado a segundo plano. Un asalto al Capitolio y un temporal histórico han abierto el año que todos ansiábamos, como si el virus fuera a desaparecer de repente. Desde luego, no ha sido así, y el catálogo de Netflix lleva más de un año nutriéndose de las caóticas situaciones que nos han tocado vivir. En su cartelera han aparecido decenas de películas relacionadas con virus mortales, las profecías de Nostradamus, o cualquier sucedáneo apocalíptico. Siendo justos, casi ninguna vale mucho más que para tenerla de fondo mientras echas la siesta.
Quizás el fin del mundo esté cerca y de nada sirva hacerse esta pregunta, pero, ¿han pensado como será la vida dentro de 50 años? Sé que ahora mismo solo piensan en sobrevivir al 2021, pero, ¿podrá nuestra planeta soportar nuestro ritmo de vida por mucho más tiempo?
De momento, los datos apuntan a un rotundo no, pero los científicos de todo el mundo están poniendo todo su ímpetu en cambiarlo. Ya el otro día hablamos de los transgénicos y cómo podrían ayudar a combatir enfermedades, aliviar el problema del hambre, o contaminar menos, pero, incluso si la Unión Europea los aprobara, ¿sería suficiente? Probablemente, no. Así mismo opinan los investigadores de la Universidad de Maastricht, en Holanda, quienes lideraron un proyecto en el que crearon carne sintética.
La práctica consiste en que, igual que la levadura para fabricar cerveza, a partir de células de tejido animal (por ejemplo, de vaca), se cultiven en biorreactores, para poder obtener filetes y hamburguesas como las que hasta ahora venimos comiendo en el McDonalds (con suerte, incluso podríamos llegar a las que probamos en el Goiko’s).
Ya en Londres bautizaron a la primera hamburguesa hecha a partir de tejido sintético “Frankenburguer”, y, tras su éxito, esta práctica de creación de carne in vitro, podría llegar pronto a nuestros supermercados.
El problema medioambiental que hasta ahora hemos arrastrado con el consumo de carne se vería solventado. No necesitaríamos semejante cantidad de animales para satisfacer el apetito carnívoro de millones de personas. Tampoco necesitaríamos grandes plantaciones de soja con las que alimentarlos, y que obligarían a deforestar el Amazonas.
Los más espabilados han ido más allá, y han considerado extrapolar esta tecnología a la industria textil, creando cuero artificial, libre de sufrimiento para los animales.
Con todas las ventajas que sus creadores se esmeran en difundir, aún no han conseguido una buena acogida en la población.
¿Y ustedes? ¿Comerían de buen agrado un serranito con lomo sintético?



































Nagore | Lunes, 25 de Enero de 2021 a las 08:30:41 horas
Además de una gran científica eres una gran divulgadora, ¡estoy muy orgullosa de ti!
Accede para votar (0) (0) Accede para responder