Héroes y Villanos (por Manuel García Mata)
“Todos los políticos son iguales”. Esta fue durante muchos años una de las más representativas coletillas y que por absolutamente falsa me he encargado de combatir con mayor insistencia. Hoy, en cambio, ha perdido asombrosamente su vigencia, ¿será porque quienes más se servían de ella son ahora partícipes en ejercicio? Entonces y ahora la clase política se componía de gente impresentable, de gente normal y de gente excelente, como en la viña del Señor hay de todo.
En este momento, el tópico más extendido en este campo sería bueno descubrir quién lo potencia y con qué intención, podría ser el de “la clase política actual no está a la altura de las circunstancias y se añora a las generaciones anteriores". Pues mira por dónde, tampoco estoy de acuerdo; personajes incapaces, pusilánimes, torpes, egocéntricos, agresivos, provocadores, falsos, etc. abundan en esta época como ocurría hace veinte años y como hace cuarenta. En esto no ha cambiado apenas.
Aunque todo esto no justifica los episodios que venimos padeciendo, la actualidad nos machaca con situaciones y decisiones de lo menos ejemplarizantes. Si desde Madrid en su cruzada contra el mundo, Ayuso, y en menor medida Almeida, mantienen su arrogancia, incapaces de manejar decentemente los efectos del COVID y de la nieve, desde nuestra tierra clama al cielo la vergonzosa excepcionalidad de la caza y del esquí, para gozo de sectores privilegiados, en las medidas de la Junta para atenuar la pandemia, abochornan al país y escandalizan al resto de la Comunidad; tampoco la incomprensible actitud del Gobierno al oponerse a la medida de la Junta de Castilla-León de adelantar a las 20.00 horas el toque de queda o las vergonzosas declaraciones del presidente de la Junta de Extremadura para tratar de justificar su retraso en la vacunación, en ningún caso son hechos a aplaudir.
No debería pasarse por alto el hecho de que alcaldes, del color que sean, e incluso el Consejero de Salud de Murcia, se hayan saltado el programa de vacunación en beneficio propio, aunque no considero que sea tan escandaloso si sus razones son ciertas.
Para broche del escrito, como en las Bodas de Canaán, el mejor vino para el final. No dejo de reconocer muchos de los logros debidos a la actuación del Gobierno. En cambio, las salidas de pata de banco del vicepresidente, el Sr. Iglesias, no hacen otra cosa que oscurecer lo bueno que de esta labor se pueda decir. Comparar, poniendo al mismo nivel, a Puigdemont con los exiliados y las exiliadas de la República es una torpeza, una provocación y una enorme injusticia. Nada puede justificar tal desatino, ni la postura sobre el independentismo, que es muy libre de expresar, su posición en el caso del procès, ni sus enfrentamientos con las derechas, que han aprovechado con toda lógica para echarse encima, validan sus palabras.
El Sr. Iglesias, en otra de sus típicas “genialidades” ha creado un conflicto absolutamente innecesario y absurdo.
A cada cual lo que le corresponde.
Manuel García Mata

































MANUEL | Jueves, 21 de Enero de 2021 a las 17:05:27 horas
Por tu escrito parecería que "todos son iguales", por lo menos en su comportamiento y poca coherencia.
No todos son iguales pero cuando se produce algún hecho relevante o son investigados siempre se ve a los contrarios que quieren "quemarlo en la hoguera" y sin embargo los del mismo partido siempre recurren a la "presunción de inocencia" y otras excusas. Ahí sí son bastante iguales. También se igualan en incoherencia entre lo que dicen en la oposición y lo que hacen en el gobierno. La hemeroteca está llena de incoherencias y contradicciones, la ´última la del recibo de la luz y su subida, o la de Echenique en su tuit en el que no estaba de acuerdo con bajar el iva "porque beneficiaba a los rico". No dijo lo mismo cuando se bajó el iva a la cultura al 10 por ciento. Este es solo un ejemplo pero hay muchos más y de todos los partidos.
Salud y Libertad.
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