La Música Navideña (por Manuel García Mata)
Será necesario partir de la Navidad del Madrid proletario de los años 50. Es posible que las felicitaciones navideñas, que fueron tomando un cariz distinto con el tiempo, supusieran para la infancia su máxima relación con la música navideña, con el villancico (Por si no se recuerda o se desconoce, el aguinaldo se pedía cantando, más bien destrozando, villancicos).
Quizás por esa razón la costumbre del villancico de barrio se asociaba a edades tempranas. Cuando fuimos creciendo asociamos a los villancicos, lo que en realidad vivimos, como unas canciones navideñas muy simples y tan reiterativas que pronto dejaron de interesarnos, quedando relegados a aquellos momentos en que la alegría que generaba el alcohol en la época, sacaba a relucir con bastante desdoro. Es muy posible que todo ello tuviera influencia en que pronto me resultaran insulsos, cansinos y aburridos. Habría que añadir mi poco apego a las tradiciones, al menos mientras viví cerca del Km. 0.
Quien me conozca sabe que mi llegada a Rota se produjo con algunos años en la espalda. Si de mi vida en Rota, ya estable, no vacacional, lo primero que me sorprendió por inesperado fue la benignidad del clima en invierno, fueron las fiestas tradicionales, esas que en Madrid me repelían, en Andalucía enseguida me entusiasmaron. Indudablemente fue antes el Carnaval lo que transformó mi visión de las fiestas populares, pero no menos supuso el descubrimiento de los villancicos andaluces y de las zambombas. Eso era otro mundo.
De aquellas cancioncillas infantiloides y ñoñas, que eran y siguen siendo para mí los villancicos que yo conocía, a la creatividad, a la alegría, a la variedad y al arte que llevan los villancicos de la tierra va un abismo.
Hay que tener en cuenta aquí el villancico, tan divertido, tan alegre, tan vivo, se trata con seriedad dándole su sitio tanto en la música como en los textos tradicionales, como en el enorme interés de los intérpretes flamencos en formar parte de esta gloriosa legión popular que desgranan los villancicos en las zambombas. Iba a soltar la retahíla de cantaores y cantaoras, guitarristas y otros instrumentos que señalar, pero en algo tan comunitario, tan del pueblo, mejor que solo destaque el conjunto. Maravilla de esta tierra.
He de confesar que quizás antes de conocerlos tenía cierta alergia a la música navideña y, gracias a la Navidad andaluza, he mirado sin prejuicios otros villancicos que tampoco antes me interesaban apenas. Podría señalar bellísimos villancicos de todo el mundo, desde el clásico y reconocido “Noche de Paz”, o el alegre y delicado “El Tamborilero”, por citar algo, como también he ido descubriendo otras canciones navideñas, que me han llamado poderosamente la atención. Los crooners americanos, Frank Sinatra, Bing Crosby, Dean Martin, Connie Francis, Natalie y Nat King Cole… han grabado excelentes discos navideños. Para darle un final diferente, por si alguien con interés lo desconoce, busquen canciones navideñas de la brillante folk singer americana, Joan Baez. Bocado delicioso.
¡Ah! Y Feliz Navidad.
Como audiciones, fáciles de encontrar, les sugiero:
“Calle del aire”, Estrella; “Tarantán”, Raya Real; “Tin Tin Catalina”, Coro Flamenco Jerezano; “El Buen Rabadán”, Remedios Amaya; “The Little Drummer Boy”, The Harry Simeone Chorale; “Silent Night”, Sinéad O´Connor;“White Christmas”, Bing Crosby; “Rudolph The Red-Nosed Reindeer”, Dean Martin; “The Carol of The Birds”, Joan Baez.
Manuel García Mata

































Justino "Tomasito" | Jueves, 24 de Diciembre de 2020 a las 17:54:51 horas
Muy buen artículo,tenga usted y su familia Feliz Navidad.
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