Cuando aparecen constantemente en los medios fiestas de jóvenes y ponen 3 ó 4 espacios donde celebran la fiesta o el botellón y lo engrandecen, magnifican como si fueran los culpables del desarrollo de los contagios del Covid-19, esto es, un par de fiestas aisladas en un país de cuarenta y pico millones resulta no menos que sospechoso.

¿A qué viene eso de tanto tomarla o acusar a la gente joven?  Todos hemos sido jóvenes y claro, no siempre éramos razonables en nuestro actuar cotidiano pero esto de tanta manija contra las personas jóvenes parece raro.

¿Qué es lo que pretenden con todo el despliegue que montan?  Acaso que la gente comience a odiar a los jóvenes, no se sabe muy bien cuál es la finalidad.  Porque cuatro fiestas localizadas en un país no creemos que puedan tener capacidad de infección para todos a menos  que hayamos perdido la cordura y creamos a pie juntillas que de una monta montamos una montaña.

Pareciera como si buscaran un enfrentamiento.  Así desde luego, con esta visión televisiva y unidireccional,  no se solucionan las cosas.  Solo son un porcentaje minúsculo de la gente joven la que hace ese tipo de fiestas locas, la mayoría se comporta normal, aceptando las normas.  Hoy en día está todo tan manipulado que hasta puede haber tecnología o gente a la que se le pague para que haga este tipo de acciones.

¿Qué se busca con todo este ataque al joven?  ¿Acaso hay que buscar culpables del desorden al que otros nos han llevado para tapar quienes son entonces los verdaderos responsables y ejecutores del caos actual?  Y también deberíamos preguntarnos, ¿quién ha educado supuestamente a esos jóvenes, habrá, digo yo, padres y abuelos responsables de esa pésima educación no? Porque no solo hay, y esto hay que decirlo, jóvenes descerebrados, que los hay, sino también mayores descerebrados, adultos sin cabeza y etc.. Ineptos hay podríamos decir de todas las edades y para todos los gustos. Hasta ancianos hay hoy asesinos de sus propias mujeres.

El Covid-19 les ha venido muy bien a la clase política actual ya que está actuando de tapadera de sus programas políticos a estas alturas ya olvidados por la mayoría.

En fin, pongamos las cosas en su sitio.

Jesús Antonio Fernández Olmedo