El campechano se va de rositas (por Jesús Antonio Fernández Olmedo)
Era evidentemente lo esperado, no es algo que nos sorprenda. La marca España de "todos los ciudadanos somos iguales ante la ley" nos vuelve a dar una coz por la espalda sin que casi nos demos cuenta a día de hoy.
La Fiscalía del Tribunal Supremo renuncia a interponer una querella contra Juan Carlos I por delitos de blanqueo de capitales e infracción tributaria. Su inviolabilidad impide procesarlo reconocida en la fantástica Constitución Española y protectora de "todos" los españoles. Es alguien inviolable a pesar de todo los males que ha procurado y eso pues señorías a ustedes les impide seguir con el caso, así que nada a otra cosa
mariposa.
Señoría, hoy existen todavía los intocables, y ni usted ni ningún otro juez o fiscal podrán hacer nada.
Lógicamente el Borbón volverá en breve de su exilio o diríamos en un futuro prófugo de la justicia a España sin ninguna causa penal que le pudiera interrumpir el sueño del rey que sigue siendo y gran monarca.
Hoy no doy para más en este artículo que expone dada la gravedad y el enorme deterioro y cobardía del sistema judicial que seguirá bailando el agua a su amo.
En realidad, la justicia humana de momento no existe, no hay lugar para ella. Existe eso sí, un tipo de justicia en la vida, que la vida te va colocando en un lugar, y es la misma vida, que no tiene prisa, la que llega finalmente.
Jesús Antonio Fernández Olmedo

































Manuel | Lunes, 02 de Noviembre de 2020 a las 10:52:27 horas
En una democracia hay que seguir lo que dictan las leyes y sus procedimientos. Ya pasó con PSOE, PP y ahora con PODEMOS.
Lo ideal sería que todos los ciudadanos respondieran por igual ante la Justicia, pero no es así. El último caso lo tenemos con el dirigente de Podemos canario que está investigado por un presunto delito de Atentado a Agente de la autoridad por un procedimiento judicial de 2014 cuando no era Diputado. Ahora al ser Diputado hay que hacer un suplicatorio al Congreso para que el Tribunal Supremo pueda citarlo para declarar.
En manos de los políticos está en que NADIE tenga privilegios, pero no están por "tirar piedras a su tejado", forma parte de su hipocresía.
En cuanto a al "campechano" se va de rositas porque así lo disponen la Constitución, solo es cuestión de cambiar las normas y en eso los políticos tienen la última palabra. A pesar de todo la Justicia sigue su curso y ya ha condenado a altos dirigentes de PSOE y PP de momento. Otros están en la "cuerda floja".
Salud y Libertad
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