A las 9 de la noche de este 7 de septiembre se daba el último adiós de forma pública al ex alcalde de Rota, Felipe Benítez Ruiz-Mateos. Día intenso para la familia que recibió en la capilla ardiente, instalada en el salón capitular del Palacio Municipal Castillo de Luna, a muchos ciudadanos que se quisieron acercar para despedirse definitivamente de un buen político y un buen alcalde.

Las circunstancias actuales con el Covid-19 tan presentes en estos meses,  ha hecho que la afluencia de público no fuera masiva pero aún así, han pasado por delante de su féretro para dar el último adiós representantes políticos, de hermandades, asociaciones, compañeros de la época, gente de la cultura y de la sociedad roteña en general.

Entre ellos, la delegada del Gobierno de Andalucía en Cádiz, Ana Mestre, que minutos antes de cerrar la capilla ardiente para trasladar los restos a la parroquia de Nuestra Señora de la O, acudía a saludar a la familia y dar el pésame en unos momentos tan complicados. Felipe Benítez, que fue alcalde defendiendo las siglas del PP, era un hombre admirado. Hace 20 años que dejó la política y la vida pública activa, pero en el partido, pese a la juventud de muchos de sus miembros, han escuchado hablar de él, de ahí la presencia de la delegada del Gobierno en nombre del PP y del gobierno andaluz acompañando en sus últimos momentos al ex regidor.

Minutos antes de las ocho de la tarde, se procedía al traslado del ataúd a la parroquia de Nuestra Señora de la O donde se oficiaría la misa por su eterno descanso. Sus hijos Felipe y Manolo, su cuñado, su nieto, el ex alcalde del PSOE y amigo, Domingo Sánchez Rizo, el actual alcalde de Rota, Javier Ruiz, y el chófer personal del fallecido portaron el féretro hasta el coche fúnebre que lo llevó a las puertas de la iglesia que esperaba llena - según el aforo actualmente permitido-.

Representantes de hermandades locales, políticos, el almirante de la Base y otras autoridades militares y civiles, y ciudadanos en general, llenaron la parroquia, manteniendo las distancias y con la mascarilla puesta, para escuchar la misa que oficiaba el que fuera director del colegio Salesianos en los tiempos en los que Felipe Benítez era presidente de la Fundación Alcalde Zoilo Ruiz-Mateos, Santiago Gassín. Además, estuvo presente el Orfeón "Virgen de la Escalera" de Rota, que tanto impulso tuvo gracias a la gestión cultural de esta misma fundación que dirigía el ex alcalde una vez que se retiró de la política.

Cubierto con la bandera de las Hijas de María Auxiliadora y un banderín de la virgen del Rosario, los restos del ex alcalde presidían la parroquia mayor donde se le recordó como  un hombre creyente y que trabajó por su pueblo, quizás, lo más repetido de esta jornada.

Antes de finalizar la misa, y teniendo en cuenta la vinculación que Felipe Benítez tenía con la virgen del Rosario, de cuya hermandad llegó a ser hermano mayor durante varios años, los restos se trasladaron a la capilla presidida por la patrona de la villa donde se rezó la última oración de despedida y se cantó el himno del Rosario en su honor. Rota despidió así a uno de sus mejores alcaldes, Felipe Benítez.

Dentro de unos días, sus restos descansarán eternamente en el columbario de la parroquia de la O.