Diario del año del coronavirus
Un futuro estupendo
Balsa Cirrito
Probablemente no se acuerdan, porque es casi seguro que tienen cosas más importantes en que pensar, pero en el último artículo les anticipaba que les daría algunas razones para el optimismo económico en la actual, esto, coyuntura (cuando se utiliza la palabra coyuntura, el lector cree que quien está hablando sabe de qué está hablando) (es mentira).
Se entiende, ante tantos catastrofistas, que vendrán bien unas dosis de optimismo. Mis razones para esa esperanza son básicamente dos, aunque también podríamos decir que son tres, depende de cómo lo enfoquemos y las ganas que nos lleguen.
La primera y principal razón que tengo para el optimismo es que soy un descerebrado. Los descerebrados tenemos esa cualidad, de ilusionarnos incluso con un tipo haciendo pompas de jabón en la calle, y normalmente nos quedamos con las ganas de hacer esas mismas pompas de jabón. Así que, como buen descerebrado, soy optimista intrínseco (otra palabra que hace creer que sabemos de qué estamos hablando) (es mentira también), y la mera esperanza de que pronto saldremos a la calle, me hace creer en un futuro halagüeño.
La segunda razón tampoco tiene una gran lógica, pero se basa en la observación. Es más bien una suerte de instinto. Y este instinto me viene a decir que cuando tantas personas (en un número que podemos cifrar, tirando corto, todo el mundo); pues que cuando tantas personas están de acuerdo en algo con tanta unanimidad, lo normal es que se equivoquen. Pues igual que fueron muy pocos los que vieron venir la pandemia, serán también muy pocos los que vean venir la prosperidad. (Mi hermano llama a esta teoría la “Teoría del Mundial de Fútbol”. Consiste en decir por todos lados que va a ganar el Mundial un equipo con pocas probabilidades de ganarlo. Lo normal es que ese equipo no lo gane, y nadie se acordará de lo que has dicho. Pero si por casualidad el equipo que has dicho acaba triunfando, parece que eres una especie de genio de la adivinación).
Pero incluso echándole algo de lógica podemos adivinar que no todo va a ser tan negro. Es verdad que hay muchos tipos de negocio que lo tienen complicado. Pero históricamente eso ha significado siempre que al mismo tiempo que se cierran se abren un montón de posibilidades de negocio por otro lado. Supongo que hay que echar imaginación y creatividad, pero, qué narices, vamos a demostrar que no solo somos buenos creando chirigotas.
También he dicho que había una tercera razón que a lo mejor decía o a lo mejor no. Bueno, va, la suelto.
Tengo poderes. Y veo cosas.
No digo más.
Cienfuegos | Sábado, 02 de Mayo de 2020 a las 21:02:12 horas
José si tu has dado la idea para la chirigota: " locos años 20"
Gracias por los relatos
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