Seis horas y quince minutos estuvo en la mañana de ayer domingo el roteño Manuel Rizo Gutiérrez dando vueltas a su azotea particular para completar la maratón solidaria indoor que se propuso como reto hace unos días  movido en parte por su afición al deporte y las ganas de seguir haciendo ejercicio físico en estos días de confinamiento, y por otro, con la idea de que ese esfuerzo no cayera en saco roto y pudiera servir para ayudar a alguien.

Desde el primer momento, se acordó de la asociación "Saber que se puede", que desde los peores años de la pasada crisis económica se dedica en Rota a ayudar a familias que lo pasan mal económicamente. Para esta entidad, y gracias a las aportaciones que Manuel Rizo ha conseguido de muchos paisanos y deportistas que han querido animarle en su reto, ha recaudado la nada desdeñable cantidad de 1.500 euros que se entregará a la asociación para que pueda disponer de esta ayuda que llegará a personas con apuros económicos. Es la gran satisfacción del gran esfuerzo que le ha supuesto recorrer 42 kilómetros en una azotea a la que acabó dando en torno a las 5.000 vueltas.

El tiempo acompañó pero a medida que avanzaba en kilómetros también apretaba el calor y eso hizo que fuera aún más duro sobre todo, la parte final, del kilómetro 35 al 42, pero los mensajes de ánimo que le llegaban por Facebook e incluso de los vecinos que desde sus azoteas y balcones también le gritaban, hizo que  Manuel Rizo completara su hazaña deportiva.

Este roteño, que ya sabía que Rota es bastante solidaria y confiaba en que habría buena respuesta a su reto solidario, en realidad, no esperaba tanto. Está abrumado a día de hoy, no solo por la recaudación conseguida, donde ha habido personas que han donado hasta 150 euros, sino por los mensajes de agradecimiento. Para él, que conoce bien el mundo del deporte y es aficionado experimentado a carreras de larga distancia, era toda una prueba correr en un espacio tan limitado como una azotea pero lo hizo con la tranquilidad de la experiencia ya que no es la primera carrera de larga distancia a la que se enfrenta, lleva en los dos últimos años haciendo varias ultraman (donde ha corrido hasta 21 horas seguidas), y eso le valía para conocer su cuerpo cuando se pone al límite. Ayer, en las seis horas que estuvo corriendo, paraba cada hora  entre 3 y 4 minutos para beber agua y descansar las articulaciones y fue avanzando con mucha responsabilidad, la de no lesionarse -iba a un ritmo de 8,30 minutos el kilómetro-, y la de no defraudar a quienes con sus donaciones económicas le habían apoyado, así que si en algún momento flaquearon las fuerzas físicas, que ocurrió sobre todo en el último tramo, no tuvo nada más que pensar en todos esos donantes y en las familias que se beneficiarían gracias a este reto solidario.

Esta es la primera vez que un roteño completa los 42 kilómetros de una maratón en una azotea. Esta es también una historia que deja a su paso la crisis sanitaria del coronavirus que nos tiene encerrados en casa.

La donación de los 1.500 euros se hará entrega en próximos días a la asociación "Saber que se puede" y servirá sobre todo, para comprar comida, productos de higiene, aseo personal y otros destinados a los bebés.  Manuel Rizo ha vuelto a unir deporte y solidaridad en Rota.