El fin del Mercadona. Es el final. Al menos eso parece. El Mercadona vacío. Las casas llenas. Los gobiernos felices. Lo han conseguido. Todos asustados.  Lo llaman histeria colectiva. Yo lo llamo desinformación.

¿Es esto normal? La humanidad está acabada. Sabía que eran incultos. Pero no tanto. ¿Cómo se lo creen?  A ver, es real. Eso es cierto. No con tal magnitud. Lo han pintado mal. El fin del mundo. Bolsas en la cabeza. Mascarillas con excesivos precios.  ¿Vuelve a ser normal? Parece broma, ¿no? Esta es la realidad. El día a día. Lo que nos espera. Mucho tiempo. Demasiado. Primero en China. Luego EEUU, Italia. Poco a poco viene. Se extiende. No solo en territorio. También por las mentes. Eso es lo peor.  Los supermercados se vacían. Mercadona, Supersol, Día, MAS. Todos comprando. ¡Ni que fueran rebajas! No hay carne. No hay pescado. No hay fruta. ¿Qué hay? Mucho dinero en caja. Pocos cerebros. Información muy bien escogida.  ¿Cuánto tiempo más? ¿Estaremos mucho tiempo así? ¿Virus de un día? Esperemos que sí. Todo se arregla. Aunque pasará un tiempo. Debemos investigar. Preguntarnos si es verdad.  Malditas cadenas de whatsapp. Las familias reenviándolas. Todos creyéndoselas. En España es distinto. Nos volvemos xenófobos. No nos damos cuenta. Se hacen canciones. Las cantamos todos. Sin pensar las consecuencias.  Esto parece una broma. Todo el texto. Reflejando lo que pienso. Las acciones, una broma. Las noticias, una broma. Todo es una broma. Aunque de mal gusto. ¿Cuándo acabará? Cuando los cerebros piensen. Los gobiernos actúen. Y el Mercadona reponga.

Ana García Camacho