Aportar su granito de arena a la lucha contra el cambio climático es la idea del Ayuntamiento de Rota que quiere seguir formando parte del Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía 2030 y declarar la situación de Emergencia Climática en la localidad. Dos temas que se abordaron en la celebración del Consejo Sectorial de Medio Ambiente celebrado esta semana y que se pretenden elevar a pleno para su aprobación final.

En esta reunión en la que estuvo el alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana, el delegado de Medio Ambiente, Manuel Jesús Puyana, y representantes de distintos grupos políticos, asociaciones y entidades locales, se expuso por parte del gobierno local que con la adhesión al nuevo Pacto de Alcaldes, el Ayuntamiento de Rota daría continuidad a su participación en la iniciativa de la Comisión Europea del Pacto de Alcaldes 2020, iniciado en 2010, y a través del cual se ha elaborado y llevado a cabo un Plan de Acción Energética Sostenible para el municipio con medidas necesarias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% para este año.

El nuevo Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía conlleva un nuevo reto en la lucha contra el cambio climático y en la reducción de la huella de carbono, con la adquisición de nuevos compromisos para 2030 que incluirían la reducción de las emisiones de CO2 en nuestro territorio en un 40% como mínimo de aquí a 2030, en particular a través de la mejora de la eficiencia energética y un mayor uso de fuentes de energía renovables.

En esta misma línea se encuentra la declaración de Emergencia Climática, por la que se reconoce que el planeta, así como los seres vivos y los ecosistemas, se encuentran en grave peligro, como se muestra en los recientes informes sobre el estado de la biodiversidad del IPBES y sobre el calentamiento global de 1,5 ºC del IPCC.

Esta declaración, en sintonía con la Ley 8/2018 de Medidas frente al Cambio Climático y para la Transición hacia un modelo energético en Andalucía, obliga a todos los ayuntamientos a elaborar y aprobar planes municipales contra el cambio climático que incluiría aspectos tales como establecer compromisos políticos, dictar normativas y desplegar los recursos necesarios para garantizar reducciones de gases de efecto invernadero de al menos el 40% no más tarde de 2030; abandonar progresivamente los combustibles fósiles, con el 42% de cuota de energías renovables en 2030, como establece el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, aspirando a una energía 100% renovable de manera urgente y prioritaria; avanzar en una economía local y de proximidad; iniciar la necesaria adaptación de los municipios a la crisis climática, con las consecuencias del incremento de la temperatura global, las olas de calor, la escasez de las precipitaciones, el aumento del nivel del mar y otras manifestaciones del calentamiento global; etc.

En definitiva, pasos para aportar desde lo local, mejoras al ámbito global en lo que a la lucha contra el cambio climático se refiere.